@AlfonsoDurazo: El costo de no saber que no se sabe (Artículo de @evillanuevamx)

“El desencuentro público con elementos de la Policía Federal debió ser resuelto en privado y eficazmente no en asamblea pública y mal como ha pasado”, escribe Ernesto Villanueva.

Por Ernesto Villanueva

Uno de los grandes problemas de la política es la cultura del “sí señor”. El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana llegó con la expectativa de llevar sobre sus hombros credenciales de talento político y habilidades especiales, lo que- se esperaba yo incluido- sería suficientes para desempeñar con pulcritud y eficiencia el cargo de secretario de seguridad. La realidad, empero, rápidamente puso en su lugar a Durazo: no sabe que no sabe. De su currículum vitae no se desprende ni un ápice de conocimiento en el tema que le fue encomendado ni tampoco luces excepcionales que hubieran podido servirle para sortear su ausencia de experiencia en el delicado asunto de la seguridad. Se trata de una de las grandes equivocaciones que nadie, con dos dedos de frente, podría intentar justificar. Veamos.

Primero. El mayor reto ético es siempre con uno mismo. Si alguien sabe que no está en condiciones de poder desempeñar una tarea pública, la conducta ética es declinar esa misión. La especialidad debe primar sobre la generalidad por el interés superior del país. @AlfonsoDurazo hizo exactamente lo contrario, antepuso su interés personal sobre el bienestar colectivo, lo que, en ningún caso, debería ser admisible y lo retrata de cuerpo entero.

Segundo. Hay casos- me consta- donde personas que no saben se rodean de expertos para normar su criterio. Con @AlfonsoDurazo no pasó eso. Se allegó de sus incondicionales como su subsecretario Ricardo Mejía Berdeja (@RicardoMeb ) o el titular del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Franco Fabbri, ambos hombres inteligentes y preparados, pero sin ninguna pericia en el área de seguridad pública. El perfil de los subordinados generalmente retrata los alcances o limitaciones de los jefes. Y aquí está claro lo que afirmo.

Tercero. Las fortalezas del área de seguridad son a pesar de @AlfonsoDurazo, gracias a la intervención de los secretarios de la Defensa Nacional, de la Marina y de la Comisión Nacional de Inteligencia, general Luis Cresencio Sandoval, Almirante José Rafael Ojeda Durán y en especial al general Audomaro García – con un conocimiento de primera mano y ajeno por entero a los deslices de hacer política militante- respectivamente quienes acuerdan directamente- por fortuna- con el presidente @lopezobrador.

Cuarto. El desencuentro público con elementos de la Policía Federal debió ser resuelto en privado y eficazmente no en asamblea pública y mal como ha pasado. Es- por donde se vea- el mayor error estratégico y táctico que en nada ayuda al combate a la violencia, a reducir la inseguridad y sí, por el contrario, a generar incentivos al crimen organizado, al crimen común y, de paso, a exhibir las escasas prendas del titular de Seguridad, a quien su experiencia política – que la tiene- no le ayudó en lo más mínimo en este terreno. Las inferencias al impresentable ex presidente @FelipeCalderon hechas por el secretario de Seguridad hubieran tenido otro efecto si estuvieran los elementos necesarios- al menos indicios- para controvertir la supuesta incursión del expresidente ante la autoridad competente y no a nivel retórico para salir del país, como se llevó a efecto.

Quinto. La verdad sea dicha las diferencias, por ejemplo, del general secretario Luis Cresencio Sandoval son infinitamente superiores a las de @AlfonsoDurazo. Ha logrado algo inusitado sobre todo en tiempos de austeridad: mejorar notablemente las condiciones de vida de los elementos más modestos (que son la inmensa mayoría) de la Secretaría de la Defensa Nacional además de aumentar plazas con perspectiva de género. En efecto, son una realidad en el ejército las siguientes prestaciones: a) Servicio médico para el elemento y su familia en los hospitales militares; b) Prestación de vivienda; c) Crédito para compra de automóvil con tasas simbólicas de interés al quinto año de servicios; d) Derecho a jubilación después de haber prestado 20 años de servicio; e) Crédito hipotecario adicional a la vivienda proporcionada en un esquema de comodato a partir del séptimo año y un largo etcétera. Esas prestaciones no las tiene- vamos ni siquiera se ha molestado en gestionarlas- @AlfonsoDurazo porque carece de espíritu de pertenencia a las diferentes áreas de la Secretaría a su cargo, a diferencia del titular de la Defensa Nacional, quien ha dedicado su vida profesional entera al ejército y no piensa en dedicarse a tener cargo de elección popular alguno.

Sexto. Al igual que los secretarios de la Defensa Nacional y de Marina, el titular de Seguridad debería tener restricciones para ocupar cargos de elección popular por ser, en muchas ocasiones, incompatibles con la plena dedicación a su labor asignada. Como es de conocimiento público, los secretarios de la Defensa y Marina no han ocupado cargo de elección popular alguna desde mediados del siglo pasado. Es lamentable que el país pague la impericia de un político acotado que sólo piensa en él y después en él en perjuicio de la sociedad toda.

Séptimo. Y si lo anterior no fuera suficiente el reconocido jurista y gran litigante Enrique Carpizo ha tomado la representación legal de varios elementos de la PF, lo que significará un reto todavía mayor para el secretario que hará que no sólo que este desencuentro en movimiento signifique un serio- todavía más- revés a la seguridad nacional, sino un costo alto al erario por el desconocimiento mínimo del derecho de @AlfonsoDurazo. Resulta sorprendente hasta donde la ignorancia está generando el mayor escándalo de esa agenda en el país en el México contemporáneo con ramificaciones nacionales y extranjeras. Y con ese descrédito personal y ayuno de la mínima ética pública se prepara para acotar a Sonora que pretende gobernar- como un cerco sanitario limitado geográficamente- para delimitar sus impedimentos cognitivos.

@evillanuevamx
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