Si trasladamos nuestra memoria hasta los años 90, uno de los actores que no podemos dejar pasar es sin duda Nicolas Cage. El inclasificable actor, pasó de ser uno de los más solicitados por la industria en la década de los 90, a tener que conformarse con participar en películas que a duras penas llegan a las salas de cine en los últimos años.
Rozó la gloria con películas como ‘Arizonas Baby’, ‘Corazón Salvaje’ y ‘Leaving Las Vegas’, pero bajó a los infiernos en cintas de dudosa calidad como ‘Next’, ‘Ghost Rider: el motorista fantasma’ o ‘El aprendiz de brujo’. Calificado como un actor «difícil» con el que trabajar, sus excentricidades son famosas en el mundo de Hollywood y se ha ganado a pulso un nombre dentro del séptimo arte.
Ahora, Cage participa en una de las series más inclasificables del momento, ‘Historia de las palabrotas’, que se puede ver en Netflix. Hoy, ese actor que un día fue el más aplaudido de la industria cinematográfica, cumple 57 años.
Obsesión con los muertos
La personalidad de Nicolas Cage siempre ha sido difícil. Muchos de sus compañeros de reparto se quejaron de sus excéntricos métodos. Fuera de la pantalla no era mejor, y es que hasta actrices del mundo para adultos describían que el aliento de Cage «olía como el del sudor concentrado de una persona sin hogar». Esto lo escribió la actriz Jenna Jameson en su biografía para describir un encuentro con el actor.
Y es que Cage ha hecho en la vida mucho más que actuar. Desde pequeño ya demostró que sería una persona peculiar. Cage siempre tuvo el estigma de ser el sobrino de Francis Ford Coppola, incluso cambió su nombre, Nicolas Kim Coppola, por el de Nicolas Cage. Pasaba tiempo en la casa del director y de pequeño llegó a ver un fantasma por la mansión. Después, recién llegado a Hollywood, dormía en una buhardilla donde, afirmó, ver a un fantasma de piel pálida. Desde ese día está obsesionado con los muertos.
Acosado por un mimo
Durante el rodaje de la película ‘Al límite’ de Martin Scorsese, Cage tuvo que poner una orden de alejamiento contra un mimo que, según el actor, lo acosaba durante las jornadas de trabajo.
Según el actor, el mimo se quedaba quieto en los exteriores mirándolo, desconcentrando al actor para desarrollar el papel. Luego, según el actor, le seguía hasta casa y a donde fuese. En una entrevista que concedió años después confesó la historia: «Me estaba acosando un mimo. Era silencioso, pero quizás también letal».
Trabajo humanitario
A pesar de que Nicolas Cage se hizo muy rico gracias a sus películas y los sueldos millonarios que cobró por ellas, se ha arruinado en más de una ocasión debido a compra de algunas obras de arte absurdas que no le sirvieron para nada.
Pero esto no ha impedido que a lo largo de su carrera el actor ayudara en diferentes causas benéficas que poco salieron a la luz sobre su vida. Llegó a donar dos millones de dólares a Amnistía Internacional y otro millón de dólares para las víctimas del huracán Katrina en Nueva Orleans. Además, rueda allí una de cada tres películas en las que participa para aportar dinero a la ciudad.
Fue reconocido por Naciones Unidas por su trabajo humanitario en todo el mundo y luchar contra el control de armas alrededor del planeta.
Excéntrico para todo
La fama del actor californiano de excéntrico es más que ganada a pulso. En muchas de sus entrevistas admitió algunas de las cosas más locas que ha hecho a lo largo de su carrera.
Entre ellas se encuentran algunas realmente sorprendentes como dormir con un cocodrilo o poseer un mausoleo en Nueva Orleans para el momento de su muerte en donde ha pedido ser enterrado junto a su colección de calaveras de animales y pigmeos.
Por sorprendente que parezca, Cage también reconoció que durmió una noche en el castillo de Drácula y compró la casa de Madame Lalaurie en 2007, considerada una de las residencias más famosas de Nueva Orleans porque su propietaria torturó y asesinó allí a muchos esclavos. Se dice que está encantada y eso, para Nicolas Cage, resultó irresistible.
Amigos de Hollywood
El actor Nicolas Cage tiene muchos detractores, pero también tiene grandes amigos dentro de la industria. Entre ellos Jim Carrey, uno de sus mejores amigos dentro del mundo del espectáculo. Cage comentó hace años en una entrevista que Jim Carrey le ofreció ser Harry en el papel de ‘Dos tontos muy tontos’, la comedia de Peter Farrelly que cosechó mucho éxito en 1994.
Cage rechazó el papel por rodar ‘Leaving Las Vegas’ que le reportó su único premio Oscar como mejor actor. Años después, Carrey le regaló una miniescultura de sí mismo que él mismo talló en los años 90 durante una entrevista con Jimmy Fallon.
Además, Nicolas Cage se convirtió en el mentor de otro de los actores de Hollywood mejor valorados de los últimos años, Johnny Deep, al que ayudó en sus inicios y acompañó en muchos rodajes.
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