El Real Madrid afronta ante el Espanyol en el Santiago Bernabéu (16.15 horas, Movistar LaLiga) la primera de las cinco oportunidades que tiene para proclamarse campeón de Liga. Con un empate le basta para hacer bueno el “match ball”, como definió Ancelotti el duelo de esta tarde. El conjunto blanco solo necesita sumar un punto de los 15 restantes para cantar el ansiado alirón y no quiere esperar más para levantar un título que tiene dueño desde hace semanas. El equipo de Vicente Moreno no quiere hacer de comparsa y aterriza en Chamartín con la misión de aguar una fiesta que el Madrid y su afición quieren utilizar como estímulo para hacer piña y azuzar el ambiente de remontada de cara duelo contra el Manchester City del próximo miércoles.
Los blancos buscan su trigésimo quinta corona doméstica condicionados por las bajas en defensa y por la necesidad de dosificar a varias piezas importantes pensando en la Champions, por lo que la infrautilizada unidad B saldrá a escena. A diferencia de Pep Guardiola, obligado a poner toda la carne en el asador en Leeds esta tarde (18.30 horas, DAZN) para no ceder el liderato ante el Liverpool en ese mano a mano sin cuartel que mantienen reds y citizens por la Premier, Ancelotti puede permitirse hacer rotaciones, un lujo al alcance de muy pocos entrenadores a estas alturas de la competición.
El centro de la zaga está en cuadro porque Alaba es baja por lesión y Militao y Nacho están sancionados, por lo que a Ancelotti no le queda más remedio que apostar por un Jesús Vallejo que solo ha jugado 14 minutos esta temporada. Casemiro, recuperado de las molestias que le impidieron jugar contra el City, podría retrasar su posición y ejercer de central ante el Espanyol, tal y como deslizó el técnico italiano en la rueda de prensa. Los laterales serán para Lucas Vázquez y Marcelo. El brasileño será el encargado de levantar el trofeo si el Madrid es campeón y se convertirá en el futbolista con más títulos de la historia del club blanco (24)
Más margen de maniobra tiene Ancelotti en la medular, donde Camavinga y Dani Ceballos volverán a ser titulares tras sus buenas actuaciones la pasada jornada en El Sadar. Isco podría entrar en el once mientras que en ataque Asensio tiene plaza asegurada si, como pide a gritos buena parte del madridismo, Karim Benzema y Vinicius empiezan en el banquillo pensando en la ‘final’ del miércoles contra el Manchester City. Mariano tiene muchos números para ser la referencia ofensiva y Rodrygo es de los pocos que podría repetir titularidad respecto al duelo del Etihad del pasado martes.
El Espanyol llega a la cita como el invitado de piedra pero con el aval de haber sido junto a Getafe y Barcelona el único equipo capaz de batir al Madrid en esta Liga con su triunfo en la primera vuelta en el RCD Stadium. La victoria visitante sellaría virtualmente la permanencia blanquiazul, pospondría el alirón y supondría un jarro de agua para la atmósfera infernal que quieren crear el Madrid y su afición con vistas al City.