Carlos Alocén, jugador del Casademont Zaragoza, ha señalado que le gusta salir a aplaudir a las ocho de la tarde como reconocimiento a todos los que luchan “en primera línea” contra el coronavirus.
“Lo hago junto a mis padres y mi hermano. Es un gesto muy bonito que demuestra la solidaridad de ponerse en la piel del que está en primera línea de batalla y agradecer todo lo que hacen por nosotros, que no es poco, ya que son los que se juegan ser contagiados. No es nada fácil su labor y no nos cuesta nada salir al balcón y demostrarles que no están solos”, ha destacado en declaraciones a la página web del club.
Al joven jugador internacional español le ha sorprendido comprobar que con la situación que se está viviendo “se ve realmente quién está de verdad”, a la vez que se ha demostrado que España es “un país solidario, al igual que Aragón”.
“Se ve a las personas preocuparse por la gente que lo está pasando peor. Este es el camino a seguir, preocuparse por el que tienes al lado e intentar ayudar. Estamos cumpliendo bien y ojalá siga siendo así”, ha subrayado.
El base del conjunto aragonés ha explicado este lunes que lo que más ha cambiado en él con respecto a los orígenes de la pandemia ha sido “la forma que tenía de ver las cosas”.
“Al principio me lo tomé de mala manera y por eso los primeros días fueron bastante duros. Me aburría como una ostra y con el paso de los días he ido aprendiendo cosas nuevas como que se pueden hacer muchas cosas durante el día aún estando en casa y ahora lo veo de una manera más positiva y por eso lo llevo mejor también”, ha desvelado.
El confinamiento al que están sometidos la mayoría de los españoles hace que de lo que más se acuerde es de los familiares que no conviven con él, de sus amigos y de también de sus compañeros de equipo.
Con respecto a estos últimos dice que mantiene contacto a través del grupo de whatsapp y que recuerdan lo que hacían hace poco y el tiempo que pasaban juntos, algo que echa de menos.
“Ojalá todo pueda volver a la normalidad pronto y podamos juntarnos. Pasábamos muchas horas juntos y eso se nota”, ha apostillado.
Igualmente ha apuntado que, como la mayoría de las personas, tiene “unas ganas tremendas” de poder salir a la calle y que todo vuelva a la normalidad.
“Espero poder ver a familiares y amigos y en mi caso volver a entrenar, a jugar, a sentir esa adrenalina y la verdad es que estoy bastante más positivo que al principio que lo veía de una forma más negativa”, ha apuntado.
Reconoce que durante los días que lleva sin poder salir de casa se le ha pasado por la cabeza cómo iba a ser el primer entrenamiento, cómo iba a ser el primer partido y si se le iba a hacer raro.
“Quieres que pase pronto pero ahora es tiempo de esperar. Seguro que el primer día habrá algún ‘mandarinazo’ a canasta después de estar más de mes y medio si entrenar, porque no sé lo que nos queda antes del primer entrenamiento, pero seguro que pronto cogeremos la forma”, ha señalado.
Para Carlos Alocén la mayor incógnita es que no se sabe si se podrá volver a jugar o si se hará con público o a puerta cerrada.
“Se echan de menos todas las emociones que se viven en un partido, ese sentimiento que tienes de nervios, de adrenalina antes de jugar. Obviamente todos queremos que sea en el pabellón Príncipe Felipe con diez mil personas empujando pero todavía no sabemos si va a ser posible o no, así que de momento toca esperar”, ha asegurado.
El deseo de toda la plantilla del Casademont Zaragoza es volver a jugar, tal y como expresa Alocén, para poder terminar la “bonita temporada” que estaban llevando a cabo, aunque reconoce que es “complicado” porque todo debe volver a la normalidad ya que “va por delante la salud al deseo de jugar”.
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