Fernando Alonso ha sido el auténtico protagonista durante el transcurso de los días entre el Gran Premio de Estados Unidos y el de México. El asturiano fue sancionado con 30s por conducir de forma insegura en Austin y se le quitó la séptima plaza después de que Haas protestara, casi media hora fuera de plazo, sobre el estado del Alpine del asturiano.
Los franceses no entendieron esta decisión porque no fue el único que acabó con partes del coche desprendidas. Sin ir más lejos, Sergio Pérez perdió parte del alerón delantero, pero no recibió sanción. Entonces respondieron con otra protesta y el pasado jueves la FIA dio marcha atrás y le devolvió el séptimo puesto y los seis puntos correspondientes a Alonso. Sin embargo, la decisión de sancionar al bicampeón generó una polémica enorme que, como viene siendo habitual, llegó a las redes sociales, donde el odio se difunde desmesuradamente.
Uno de los focos principales de las reacciones fue Silvia Bellot, primera mujer comisaria de carrera de la FIA. El acoso cogió unas dimensiones tan fuera de los límites que el propio Fernando ha tenido que salir en su defensa a través de su cuenta de Instagram.
“Condeno enérgicamente el reciente abuso en redes que ha recibido la comisaria de carrera de la FIA, Silvia Bellot. Este tipo de comportamientos es inaceptable tanto en el deporte como en la sociedad. Más cuando los comentarios van dirigidos a voluntarios de nuestro deporte y funcionarios. Continuaré apoyando a la FIA y a la F1 en sus esfuerzos por seguir en la dirección correcta. Hago un llamamiento a todos para hacer lo mismo”, expresaba en una storie.
Ya en la rueda de prensa previa a la decisión final, Fernando alabó el trabajo que está realizando la FIA y pedía sentido común. Por suerte para sus intereses, se le dio la razón a Alpine y todo ha terminado como en un principio cabía esperar.