Y el Metropolitano se pareció al Calderón. Es la frase más utilizada por los aficionados del Atlético de Madrid a la hora de describir el ambiente que se vivió en el feudo rojiblanco el martes, con motivo de la visita del Liverpool en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, además de calificativos como impresionante, único, mágico…
Lo cierto es que lo vivido el martes en el Metropolitano es complicado de explicar si no se estuvo allí. Por eso, qué mejor que los protagonistas que lo vivieron in situ para poder hacerse una idea de lo que ocurrió a partir de las siete de la tarde en los aledaños del estadio. Porque a esa hora estaba convocado, a través de las redes sociales, un recibimiento de la afición al equipo. La Avenida Arcentales se convirtió en una columna de humo rojo por el que pasó el autobús del Atlético camino al Metropolitano.
Luego dentro, los ánimos comenzaron desde el calentamiento y, cuando los futbolistas regresaron al césped para que comenzase el partido, un espectacular mosaico los dio la bienvenida. Durante los 95 minutos que duró el encuentro, el ánimo de la hinchada colchonera a los suyos fue constante. Y tras la victoria, la plantilla quiso agradecer a sus seguidores el apoyo dando la vuelta al estadio. No una vuelta olímpica en señal de triunfo, como se afirma por ahí, sino para que seguidores y jugadores se reconocieran y agradecieran mutuamente el esfuerzo realizado.
Las reacciones de los protagonistas
Claro, al término del encuentro, los protagonistas fueron preguntados por lo que se vivió en el Metropolitano. Y a veces ni eso, porque Klopp primero y Simeone después, en la sala de prensa, sacaron el tema sin cuestión de por medio. “El público empujó a su equipo. Hoy habéis visto lo que puede hacer un estadio cuando está detrás de su equipo. La gente no está para ver fútbol sensacional, sino un buen resultado”, señaló el técnico alemán.
Al alemánle tocó ‘sufrirlo’, pero al Cholo disfrutarlo: “Empezamos a ganar cuando en la rotonda nos encontramos con un motón de gente entusiasmada, sin miedo, y a partir de ahí al equipo se le despertó algo hermoso que tiene el fútbol. En los ocho años que estoy pocas veces estuvo a ese nivel, porque fue todo el partido. Y fue emocionante. Te dan ganas de jugar”, señaló.
Y luego les tocó el turno a los futbolistas que desfilaban por zona mixta. “Fue espectacular. ”Son días inolvidables que hacíamos en el Calderón, y ahora estamos intentado hacerlo en el Wanda Metropolitano”, indicó Koke. Continuó Saúl: “El ambiente nada más llegar era increíble. Me ha recordado a las viejas noches en el Calderón”. Y acabó Felipe: “Fue increíble. Cuando vinimos con el bus miramos fuera y estaba todo rojo…”.
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