El ambiente enrarecido reina en la concentración de la Selección Absoluta en la Ciudad de las Rozas a raíz del ‘caso Vilda’. Desde que ‘El Confidencial’ sacó a la luz que las tres capitanas de la Roja, Alexia Putellas, Irene Paredes y Patri Guijarro, dieron a conocer a la directiva de la RFEF el malestar y descontento de un amplio grupo de jugadoras con la gestión del seleccionador, hay incertidumbre en el combinado nacional por saber cuál será el siguiente paso.
Según las últimas informaciones, las tres capitanas se reunieron durante la concentración para transmitir a la directiva y el cuerpo técnico que no confían en Jorge Vilda para conseguir grandes logros, después de que en la Eurocopa no se consiguieran cumplir las expectativas al caer en cuartos de final ante Inglaterra.
A lo largo del día de ayer y hoy, el técnico habría manteniendo reuniones individualizadas con cada una de las 23 seleccionadas para conocer sus impresiones de primera mano e intentar acercar posturas.
Por parte de la RFEF, hay confianza y apoyo total en Jorge Vilda, tal como le ha hecho saber al técnico el presidente Luis Rubiales, por lo que todo indica que de momento se va a intentar aparcar el tema para que el fuego se apague por si solo. Hay plena confianza en la gestión de Vilda, que fue renovado días antes de la disputa de la Eurocopa de Inglaterra. Además, el Mundial de 2023 está en el horizonte y no se quiere hacer un cambio de mando de forma precipitada.
Para algunas jugadoras, el bajo nivel de exigencia en los entrenamientos, algunas decisiones técnicas y la sobrecarga de jugadoras en partidos intrascendentes han derivado en estas quejas hacia la gestión de Vilda.
Las convocadas se encuentras desde el lunes en Las Rozas de cara a los partidos ante Hungría y Ucrania, los días 6 y 12 de septiembre.