América y Toluca remontaron marcadores adversos en juegos de eliminación de la Leagues Cup, pero cayeron eliminados en serie de tiros desde el punto penal.
En ambos casos los equipos mexicanos tuvieron oportunidad de llevarse la victoria en tiempo regular, pero Minnesota y Nashville lograron acabar los juegos con marcador empatado y aprovechar para definir en el desempate.
Luego de esta jornada solo quedarán vivos dos equipos: Querétaro y el ganador del clásico norteño, Tigres o Monterrey.
Adiós a Satanás
Minnesota dominó a placer el primer tiempo frente al cuadro escarlata y logró anotar dos goles, vía Joseph Rosales al minuto 13 y Bongokuhle Hiongwane, al 32.
Los choriceros comenzaron a mejorar en el segundo tiempo, logrando echar para atrás al equipo estadounidense.
Valber Huerta al 66 y Tiago Volpi, de penal en el minuto 75, igualaron los cartones.
Toluca tuvo oportunidades para llevarse el pase, porque su rival se quedó con 10 hombres en la jugada de penal, pero los choriceros carecieron de imaginación para lograr la jugada grande y todo se definió desde los 11 pasos.
Volpi no pudo detener ni un tiro. Además, Huerta y Robert Morales fallaron los tiros dos y cuatro, mientras que los de Minnesota lanzaron de manera perfecta.
Caída azulcrema
Nashville abrió el marcador al minuto 61, con gol de Walker Zimmerman.
El final del partido fue cardiaco porque el equipo de Coapa se adelantó al minuto 94, con anotación de Julián Quiñones, pero una desatención en la defensa permitió un remate a bocajarro de Sam Surridge, al 99, que encendió a toda la grada.
Los primeros cinco penales terminaron igualados con fallos de Miguel Layún (América) y Hany Mukhtar (Nashville), pero la jugada polémica se registró en la muerte súbita.
Luis Malagón tapó el tiro de Jack Maher y toda la nación azulcrema saltó a festejar. Los medios mandaron tuits y ya se estaban organizado los festejos.
Sin embargo, el árbitro fue avisado que Malagón se adelantó en la jugada clave, por lo que se repitió el tiro y la historia cambió.
Jonathan dos Santos falló el séptimo y Daniel Lovitz se vistió de gloria para llevar una nueva victoria a la ciudad de la música.
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