El presidente Andrés Manuel López Obrador reveló este martes que envió una carta a su homólogo de China, Xi Jinping, para pedirle ayuda contra el tráfico de fentanilo en medio de los crecientes cuestionamientos a México de políticos estadounidenses.
“Acudimos a usted, presidente Xi Jinping, no para pedirle apoyo ante estos groseros amagos sino para solicitarle que por razones humanitarias nos ayude a controlar los envíos de fentanilo que puedan remitirse de China a nuestro país”, leyó López Obrador al exhibir el texto en su conferencia matutina.
El mandatario mexicano le escribió que “sería un apoyo inestimable contar con información sobre quiénes importan esta sustancia, en qué cantidad, en qué embarcaciones, cuándo sale de los puertos chinos, a qué puertos mexicanos llega y el tipo específico de sustancia”.
“Me dirijo a usted para exponerle un asunto de carácter fundamentalmente humanitario y solicitarle, si para ello no tiene inconveniente, su apoyo y cooperación”, pidió López Obrador.
El presidente envió esta misiva a China en medio de los crecientes cuestionamientos de políticos estadounidenses, en particular de legisladores republicanos, quienes han pedido declarar la guerra a los cárteles mexicanos de la droga y designarlos como terroristas.
López Obrador citó que en 2021 murieron 107.573 estadounidenses por consumo de fentanilo, con base en datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
De un kilo de fentanilo, añadió, se obtienen 1 millón de dosis, con un valor de más de 400.000 dólares.
El mandatario exhibió la carta como parte de su respuesta al senador republicano Lindsey Graham, quien el lunes publicó un video en el que acusó a López Obrador de “no estar haciendo nada” sobre el fentanilo, que “es producido en su país (México) y los cárteles están abiertamente envenenando a estadunidenses”.
El gobernante mexicano, quien tachó las declaraciones de Graham y de otros republicanos de propaganda, negó que en el país se produzca fentanilo, al señalar que los precursores químicos vienen de Asia.
“Se supone que el fentanilo llega de Asia. Lo que debe quedar claro es que nosotros no producimos fentanilo. Es una materia prima que se produce en Asia, también eso es importante aclararlo: quién produce”, argumentó.
En la carta que envió al presidente de China, López Obrador defendió su labor en el decomiso de fentanilo, al señalar que el año pasado incautó 7 toneladas y destruyó 1.383 laboratorios clandestinos.
También reiteró que por el país solo ingresa el 30 % del fentanilo que consume Estados Unidos.
“Los esfuerzos de México en materia de fentanilo son los más importantes del mundo. No hay ningún otro país del mundo que esté haciendo tanto contra el fentanilo que se trafica hacia los Estados Unidos que México”, agregó el canciller, Marcelo Ebrard.
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Esta es la carta completa:
Excelentísimo
Xi Jinping
Presidente de la República Popular China
Con respeto a su investidura y a la soberanía, la historia y la cultura de su admirable pueblo, y por considerarle nuestro amigo, me dirijo a usted para exponerle un asunto de carácter fundamentalmente humanitario y solicitarle, si para ello no tiene inconveniente, su apoyo y cooperación.
Se trata, presidente, del tráfico de fentanilo que, según información disponible, se produce en Asia y se vende libremente para su exportación a Canadá, Estados Unidos y nuestro país.
Esta sustancia química es usada como droga fundamentalmente en Estados Unidos y su consumo, debido a que es altamente adictiva y fisiológicamente devastadora (se le considera 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más que la morfina), causa en muy poco tiempo trastornos que llevan irremediablemente a la pérdida de la vida.
Según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), en 2021, fallecieron en ese país por el consumo de fentanilo, 107 mil 573 personas.
Por la alta rentabilidad económica de su trasiego, esta droga ha venido desplazando a otros estupefacientes o narcóticos. Se sostiene que un kilo de fentanilo equivale a un millón de dosis, con un valor de mercado que se calcula en más de 400 mil dólares.
Aunque en México el consumo de este químico es bajo, nosotros hemos venido combatiendo por voluntad propia su tráfico hacia el norte del país con el propósito de ayudar a las autoridades de Estados Unidos a enfrentar este flagelo que afecta a su pueblo y, en especial, a sus jóvenes.
Con este fin, mantenemos un estricto control en puertos, procurando que solo ingrese a México el fentanilo destinado a fines médicos y haciendo una revisión continua de laboratorios que se dedican a la importación de esta droga.
Tan sólo el año pasado incautamos siete toneladas y destruimos mil 383 laboratorios clandestinos, en los cuales se mezcla esta sustancia con otras drogas y diversos precursores químicos. Reitero que en nuestro país no se produce fentanilo y que por nuestra frontera sólo ingresa el 30 por ciento de lo que se consume en Estados Unidos.
No obstante, últimamente, de manera falaz e irresponsable, algunos legisladores de Estados Unidos han culpado a México de la desgracia que padecen en su país a causa del consumo de fentanilo; inclusive, han llegado a decir que si no detenemos a las bandas del narcotráfico que operan en México y que introducen esta droga, podrían presentar una iniciativa a su Congreso para que las fuerzas armadas de Estados Unidos invadan nuestro territorio.
Tales planteamientos son en sí mismos una falta de respeto y una amenaza inaceptable a nuestra soberanía; además, hay detrás de ellos una actitud absurda, manipuladora, propagandística y demagógica que se aprovecha de la falta de información sobre este y otros temas en la población estadounidense.
México se forjó resistiendo invasiones y actos de prepotencia y sabemos enfrentarlos con valor, patriotismo y dignidad.
Acudimos a usted, presidente Xi Jinping, no para pedirle apoyo ante estos groseros amagos sino para solicitarle que por razones humanitarias nos ayude a controlar los envíos de fentanilo que puedan remitirse de China a nuestro país. Por ejemplo, sería un apoyo inestimable contar con información sobre quiénes importan esta sustancia, en qué cantidad, en qué embarcaciones, cuándo sale de los puertos chinos a qué puertos mexicanos llega y el tipo específico de sustancia.
Con ello nosotros tendríamos un mayor control sobre el ingreso de esta droga que en México sólo está autorizada para fines médicos y cuyas importaciones legales son muy pocas.
Debo mencionarle que esta petición es también del interés de legisladores de Estados Unidos, tanto demócratas como republicanos, que son políticos respetuosos, sensatos y amigos de México, y que actúan motivados por la preocupación genuina en el bienestar de sus conciudadanos y la salud pública de su país.
De nuestra parte se haría cargo de mantener la relación con la autoridad que usted designe de su país el secretario de Marina del Gobierno de México, el almirante José Rafael Ojeda Durán.
Amigo, presidente, esperaremos con mucho interés su respuesta. Estoy seguro que contaremos con su colaboración, como siempre ha sucedido. Por último, le transmito por anticipado mi agradecimiento, deseando que las relaciones entre nuestros dos países sigan caracterizándose siempre por la cooperación y la amistad entre nuestros pueblos y gobiernos.
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