Quienes esperaban que el día de ayer el presidente López Obrador diera un golpe de timón… es que no han aprendido, escribe Enrique Quintana en La Jornada.
Los diarios de circulación nacional presentan opiniones y editoriales con información y trascendidos relevantes en materia económica.
Dinero, de Enrique Galván, en La Jornada:
AMLO: primero los pobres y enseguida los pobres // Ausente en el informe, sectores de la clase media
Desde un punto de vista político e ideológico, el informe del presidente Andrés Manuel López Obrador fue impecable. En la condición de crisis sanitaria que vive el país, mezclada con la económica, para su gobierno lo primero son los pobres y después también los pobres. Hizo una exposición de los amplios recursos que ha desplegado para favorecer a los sectores más vulnerables: ancianos, niños, pequeños productores agrícolas, jóvenes, pescadores y empresas familiares. Seguirá la rehabilitación de las seis refinerías, la construcción de la nueva de Dos Bocas, el aeropuerto de Santa Lucía y Pemex recibirá otra inyección de capital.
En el informe del Presidente hubo un ausente: los sectores de la clase media. No son pobres, pero tampoco ricos. Son dueños de restaurantes, de pequeñas industrias y comercios, se dedican a la pesca o al transporte. Tienen entre dos y 200 trabajadores. Desde la semana pasada están parados. Ellos son quienes dan empleo a más gente en el país. Les falta dinero para pagar la renta y a los proveedores. Esperaban un mensaje específico para su sector por parte del Presidente, el anuncio de algún apoyo de cualquier tipo, sin embargo, eso no ocurrió.
Coordenadas, de Enrique Quintana, en El Financiero:
Juega AMLO a la ruleta rusa
Ni cambio de la política económica ni tampoco modificaciones en su gabinete. Quienes esperaban que el día de ayer el presidente López Obrador diera un golpe de timón… es que no han aprendido. En el discurso que ayer pronunció, ante un patio central de Palacio Nacional completamente vacío, el presidente reiteró su estrategia. No habrá cambios. Su convicción es que lo que ha hecho está correcto, y por lo mismo perseverará en esa estrategia.
Esto significa que, a diferencia de lo que están haciendo la mayoría de los gobiernos, el de México no establecerá ningún esquema de impulso fiscal, ni a través de la reducción de la carga impositiva para las personas o para las empresas, ni tampoco a partir del crecimiento significativo del gasto público. Su visión es que lo único que se necesita es apoyar a los que menos tienen. Y para eso, basta con seguir con los programas y hacer algunas reasignaciones de recursos además de usar el fondeo de los fideicomisos sin estructura, como se resolvió la semana pasada.
La Cuarta Transformación, de Darío Celis, en El Financiero:
FACLA como ‘anillo al dedo’ de AMLO
En los objetivos de Andrés Manuel López Obrador para extinguir los fideicomisos públicos, se encuentra el de apropiarse de los recursos que maneja la Administración General de Aduanas. Desde su llegada al SAT, Raquel Buenrostro tiene la mira puesta en el Fideicomiso para Administrar la Contraprestación a que se refiere el Artículo 16 de la Ley Aduanera, el famoso FACLA. Por eso la ex Oficial Mayor de Hacienda sumó a su equipo a Guadalupe Araceli García, una de las pocas funcionarias y funcionarios que le saben más al tema. Es la Administradora General Jurídica.
El antecedente del FACLA es lo que a finales de los 90 era Integradora de Servicios Operativos (ISOSA), empresa pública que en 1993 creó el entonces subsecretario de Ingresos, Francisco Gil Díaz. ISOSA fue su “caja” y su blindaje que le ganaría el mote del “fiscal de hierro”, cartas con las que Vicente Fox, una vez que ganó la Presidencia en el año 2000, lo designó como secretario de Hacienda. Gil Díaz liquidaría ISOSA en el 2004, tras de que la Auditoría Superior de la Federación detectara movimientos discrecionales por unos 10 mil millones de pesos, dando paso al FACLA.
Ricos y poderosos, de Marco Mares, en El Economista:
¿Reactivación?: expectación a decepción
La expectación se convirtió en decepción. La esperanza en torno al Plan Nacional de Reactivación Económica del presidente Andrés Manuel López Obrador, frente a la creciente gravedad de la crisis sanitaria por la pandemia mundial del coronavirus, se desvaneció prácticamente desde el principio de lo que denominó el Informe del presidente de la República al pueblo de México. Y es que no se trató del anuncio de un plan de reactivación económica, sino de un informe, fundamentalmente, sobre los programas sociales que está aplicando el gobierno lopezobradorista y las obras de infraestructura que está realizando.
No hubo nada que permita prever el amortiguamiento de los graves impactos que se esperan en la economía nacional derivados de la crisis sanitaria por el coronavirus y el paro de actividades que se está realizando. Vaya, ni siquiera mencionó lo que con bombo y platillo hicieron público en días pasados los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial, encabezada por Carlos Salazar, en torno a una bolsa de recursos que a través de la banca de desarrollo se canalizará para apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas.
Nombres, Nombres y… Nombres, de Alberto Aguilar, en El Economista:
Fallido plan de AMLO vs la crisis, nuevo fracaso del CCE y frustración
El fin de semana era un secreto a voces que el programa de ayuda económica que anunció ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador sería una decepción frente al golpe que recibirá la economía con una caída de 8%, más que en 1995. Básicamente más apoyos sociales, créditos personales, a micronegocios y vivienda, nueva reducción de salarios a burócratas, el sostenimiento de las obras emblemáticas y un programa energético por 339,000 mdp, tardío.
Desde el viernes había frustración en las filas de la IP porque el golpe de lo que viene para el aparato productivo y el sector financiero será fortísimo. AMLO no se apartó de su visión pese a las peticiones de la IP. La consigna es evitar el endeudamiento. Incluso trascendieron las desavenencias que hay con el titular de SHCP, Arturo Herrera, y hasta se comenzó a manejar el nombre de Raquel Buenrostro para sucederlo.
Activo Empresarial, de José Yuste, en Excélsior:
AMLO reactivación con 4T; IP: es insuficiente
Desde el jueves, cuando los empresarios regresaron a Palacio Nacional para reunirse con el presidente López Obrador, sabían que tenían la pelea perdida: no habría apoyos fiscales. La principal demanda empresarial de diferir el pago de impuestos, naufragaba. Una y otra vez, Carlos Salazar (CCE), Antonio Del Valle (CMN), Francisco Cervantes (Concamin) y Luis Niño (ABM) se toparon con pared: habría que pagar impuestos, fuere como fuere, en plena emergencia económica y sanitaria y sin actividad. Sin embargo, había una esperanza en créditos de Nafin, inversiones energéticas y posibles transferencias.
El presidente López Obrador, asesorado por Arturo Herrera (de quién hay mil rumores), tomó una buena decisión: revivir Nafin para otorgar créditos, pero las pymes muy difícilmente los tomarán en momentos críticos. El Presidente ha tomado la decisión de mejor mantener su proyecto (Pemex, Dos Bocas, Tren Maya, Santa Lucía) y, con base a él, acomodar su plan de reactivación.