Ampliación de la autopista La Pera-Cuautla es ilegal, insisten pobladores de Tepoztlán

Comuneros no han dado la autorización a la SCT para la edificación. La obra comenzó en el sexenio de Graco Ramírez con apoyo de la fuerza pública.

Por Héctor Raúl González

La ampliación a cuatro carriles de la Autopista La Pera-Cuautla, iniciada el sexenio pasado, es una obra ilegal que no cuenta con los permisos necesarios y tampoco ha cumplido con las condicionantes establecidas por las autoridades ambientales del país, aseguraron pobladores de Tepoztlán. 

Francisco Ortiz Martínez, ejidatario y presidente del Consejo de Vigilancia del Comisariado Ejidal de Tepoztlán, dijo que para iniciar su construcción, en 2012, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) debía obtener un convenio de ocupación previa, tanto con el grupo de ejidatarios de Tepoztlán, como con los comuneros, pues la autopista cruza por ambos núcleos agrarios.

Los ejidatarios sí otorgaron el permiso a la dependencia federal, pero los comuneros no, por lo que la SCT no podía iniciar ningún trámite ni municipal ni federal para arrancar los trabajos.

A pesar de ello, la obra comenzó en el sexenio de Graco Ramírez con apoyo de la fuerza pública.

Ortiz afirmó que la edificación de una parte de la obra es ilegal, ya que no existe un convenio de ocupación previa firmado por los comuneros, sólo existe uno vigente firmado por los ejidatarios.

La disputa por la posesión de las tierras comunales por las que cruza la autopista entre dos grupos de comuneros mantiene abierto un juicio.

Sin embargo, un juzgado determinó que por ser la ampliación un tema de interés público, independientemente de que las tierras formen parte de un litigio, la obra puede continuar.

Francisco Ortiz precisó que existe un juicio vigente entre las comunidades de Santa Catarina y San Juan Tlacotenco, que pelean el territorio y una parte de sus pobladores argumentan que merecen una indemnización.

Además del tema legal en torno a los núcleos agrarios, en 2012 pobladores de Tepoztlán lograron frenar la obra durante tres años debido a una suspensión otorgada por un juez federal debido a la afectación ambiental provocada por la ampliación.

Sin embargo, el juicio fue sobreseído por un tribunal colegiado con el argumento que los comuneros que lo interpusieron no acreditaron personalidad jurídica en el caso.

“Hubo una lucha agraria a través de un amparo, que era un amparo ambiental, y detuvo por casi tres años este proyecto de la ampliación de la autopista. Desgraciadamente los tribunales pues arguyendo que no tenían representación jurídica los comuneros, pues echaron abajo este amparo”, dijo Ortiz.

Nueve años después del inicio de los trabajos, la obra aún no concluye.

En un recorrido realizado por la zona se puede ver en algunos tramos a decenas de trabajadores que colocan asfalto, en otros la señalética de la vialidad y en algunos aún se dedican a romper los cerros de Tepoztlán con ayuda de maquinaria pesada.

Manuel José Contreras Maya, habitante de Tepoztlán y miembro de los Frentes Unidos en Defensa de Tepoztlán, informó que esos trabajos se reanudaron hace apenas unas tres o cuatro semanas.

Contreras afirma que desde hace  tres o cuatro semanas reiniciaron los trabajos de ampliación de la vialidad, violando el Programa de Ordenamiento Ecológico y Territorial de Tepoztlán, a pesar de que no cuentan con permisos de ocupación previa por parte de los comuneros, ya que gran parte de esa zona del tramo de la carretera es comunal.

“Debieron haber firmado un convenio de ocupación previa que no lo han hecho con los comuneros y están trabajando en esa zona”, dijo en entrevista.

Como la obra se realiza en una zona natural protegida, que forma parte del Corredor Biológico Ajusco Chichinautzin y del Parque Nacional El Tepozteco, las autoridades ambientales establecieron una serie de condicionantes para la ampliación, los cuales, de acuerdo con el activista, no se han cumplido.

“Lo están haciendo de una manera pues fuera de la ley porque no están cumpliendo con todo lo que deberían haber cumplido para hacer una ampliación de este tipo”, denunció Contreras.

El ciudadano afirmó que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) había determinado inicialmente que la construcción de la carretera violaba el Programa de Ordenamiento Ecológico y Territorial, sin embargo, tiempo después se concedió el permiso.

Dijo que existen documentos oficiales con alrededor de 30 condicionantes impuestas por la Semarnat, pero en la práctica apenas han cumplido con una o dos de ellas. Unas de las que considera importantes son los pasos de fauna y la reforestación de las áreas impactadas. 

“Una de las condicionantes era que los árboles se deberían de cortar con métodos manuales, es decir, no pueden utilizar motosierras por el asunto de que los animales se espantan”, declaró Contreras.

“Hicieron esta matanza de árboles en toda la entrada a Tepoztlán, lo hicieron en seis horas y lo hicieron un ejército de 40 cuates con motosierras”, sostuvo.

A pesar de las irregularidades y violaciones a la Ley, la obra avanza a paso lento.

Los integrantes de los Frentes en Defensa de Tepoztlán han anunciado que tras la reanudación de los trabajos de ampliación, también reanudarán sus luchas social y jurídica contra la obra.




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