Ana Boyer, la hija de Isabel Preysler y el exministro de Economía y Hacienda del PSOE Miguel Boyer acaba de anunciar que está esperando su segundo hijo junto al tenista Fernando Verdasco con quien contrajo matrimonio en diciembre de 2017 en Bahamas, el mismo mes en el que nacerá su nuevo retoño. La noticia la ha dado en ¡Hola!, la revista de cabecera de la familia, donde ha concretado que se encuentra embarazada de cuatro meses y que “ya se me empieza a notar”.La pareja se ha enterado del embarazo durante su el confinamiento, una etapa que han pasado en Madrid, en la casa que la madre de ella tiene en la exclusiva urbanización de Puerta de Hierro, donde también han compartido estos días con otra de sus hermanas, Tamara Falcó, y con la actual pareja de Preysler, el escritor Mario Vargas Llosa. Normalmente Ana Boyer y Fernando Verdasco tienen establecida su residencia en Doha, la ciudad en la que el tenista trabaja en la federación catarí de tenis, donde ejerce como imagen de su escuela. Un trabajo que le llegó un año antes de su matrimonio a través del presidente de la federación, Nasser Al-Kelaïfi, que también es propietario y presidente del club de fútbol Paris Saint Germain.Según las declaraciones que realiza Ana Boyer en la revista del corazón tener más hijos “siempre ha estado en nuestros planes”. Aunque puede que la pandemia los haya acelerado a tenor de sus explicaciones: “Este año, que no hemos estado viajando, que ha habido un parón en todo, ha sido un timing perfecto”, ha dicho la más joven de las hijas de Isabel Preysler. También detalla que todo este tiempo en el que han estado viviendo en la casa de Puerta de Hierro ha sido muy tranquilo para la pareja que ha tenido el privilegio de no estar expuesta a tener que correr riesgos por los continuos desplazamientos a los que normalmente se ve obligada: “He tenido suerte porque he podido estar tranquila, en casa, durante las primeras semanas de embarazo que son las más incómodas. Ahora me siento bien, estoy en el mejor momento”, afirma sobre su estado.Fernando Verdasco y Ana Boyer tienen otro hijo, Miguel, que cumplió un año el pasado mes de marzo, y durante estos meses de confinamiento ha encontrado una gran compañera de juegos en Tamara Falcó, hermana de Ana e hija de Preysler y del recientemente fallecido Carlos Falcó, marqués de Griñón.Ana Boyer cumplió el pasado mes de abril 31 años y de ella dicen que tiene lo mejor de sus dos padres: la inteligencia de Miguel Boyer y la elegancia de Isabel Preysler. Se licenció en Derecho, Administración y Dirección de Empresas en ICADE con notas sobresalientes en 2013, y desde la muerte de su madre se encargó de revisar personalmente los contratos publicitarios que ha firmado su madre. En 2015 trabajó en uno de los bufetes de abogados de más prestigio de Madrid, Uría&Menéndez, donde ya había realizado prácticas en la especialidad de Derecho Mercantil durante el verano de 2012. También fue becaria en el área corporativa del Banco de Santander en Nueva York y después en Sao Paulo en el BTG Pactual, uno de los principales bancos de inversiones para América Latina. Entonces afirmó que lo que más le gustaba era “la consultoría estratégica”, pero después llegó Verdasco.Vivió durante un año con el tenista, que ahora tiene 36 años, en un ático con piscina en la madrileña colonia de El Viso y desde que le conoció aparcó sus proyectos personales para seguirle en sus viajes profesionales por todo el mundo. Aunque sí continúa ejerciendo como imagen de firmas, un terreno en el que ha tenido a la mejor de las maestras: su madre. Ana ha promocionado campañas de marcas como las sandalias Ipanema, Durán Joyeros, Land Rover o Pronovias.Fernando y Ana se conocieron en Ibiza durante unas vacaciones de verano pero no fue hasta meses después cuando surgió la chispa que les ha llevado a formar matrimonio. Ocurrió precisamente en un concierto que dio Enrique Iglesias, hermano de Ana, en Madrid en 2013. Para su boda eligieron la isla de Mustique, en Bahamas, y una ceremonia a la que asistieron apenas 60 invitados y en la que lució varios vestidos de la marca para la que fue imagen. La única sombra que pende sobre su vida, es la nula relación y los discretos conflictos que ha tenido con sus dos hermanos por parte de padre, Laura y Miguel Boyer. Entre ellos existen una diferencia de edad de más de dos décadas y su relación no fue nunca muy estrecha, pero la muerte de Miguel Boyer ahondó aún más la distancia entre ellos y en la actualidad no mantienen ningún tipo de contacto.
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