Ayer, en el minuto 88 de partido con 4-0 a favor, se vio al Athletic presionando en campo contrario al rival y forzando la pérdida de balón. Algo rondaba en la mente de los jugadores y no era otra cosa que había que ganar sí o sí.
Dudas despejadas desde el pitido inicial y planteamiento claro como de costumbre. Presión con el equipo arriba para robar en campo contrario. El Athletic se encontró a un Betis desdibujado y con pocas opciones cuando en el minuto 8 se vio con el que sería el primero de los 4 goles que encajó. Y si no llega a ser por Claudio
Bravo, que desbarató alguna que otra buena jugada, el resultado pudo haber sido de escándalo.
La primera parte fue un auténtico vendaval. Los locales olieron sangre por la banda izquierda del ataque y se cebaron creando una y otra vez llegadas y ocasiones. Tres oportunidades antes del gol avisaron de lo que sería la dinámica del equipo. Cierto es que los andaluces no pusieron mucha oposición a los ataques locales. La pareja de centrales no tuvo su día.
Cada pérdida de balón visitante generaba un contraataque local que con dos pases y dos buenas carreras se plantaban delante de Bravo.
La mentalidad fue la clave, salir con la fe de encerrar al rival y en cada ocasión buscarles rápidamente las espaldas. Ayer, entre las ocasiones generadas, las dos jugadas polémicas con sendos penaltis en el área visitante, lo que paró Bravo y los goles marcados, se vio claramente que había más que tres puntos en juego. La victoria estaba siendo merecida a la vez que trabajada. Se llegó al descanso con una buena ventaja y sin noticias del Betis, que salió de Bilbao como el equipo más goleado del campeonato.
Villalibre estuvo estelar, metido en todos los saraos. Presentando credenciales, el equipo puede tirar de él
Una hora tardó en llegar la reacción verdiblanca desde el banquillo con un triple cambio, pero en el verde no se reflejó esa maniobra. La segunda mitad confirmó que el Athletic ha convertido San
Mamés en un fortín y que no va a ser fácil ganar aquí. Desde luego ayer el Betis echó de menos a su jugador estrella, Canales. No terminaban de conectar con los hombres de última línea como lo hacen cuando está el cántabro.
Por el contrario, Vesga y Vencedor se entendieron bien, además de interpretar la idea de lanzar rápido a la gente de arriba. Villalibre estuvo estelar, metido en todos los saraos. El ‘Búfalo’ trompetero, imparable en las acciones decisivas. Participó casi en los 4 goles, incansable, con mucha movilidad y siendo pesadilla de la defensa. Presentando credenciales, el equipo puede tirar de él.
Por último, un saque de mano de los que ya no se ven. Tengo que barrer para casa, (ya que ayer disfrutamos con el equipo), con el pase que le dio Simón a Muni de 50 metros lanzándole al ataque y generando una jugada de peligro. Fue una buena jugada, algo que ya está en peligro de extinción. Simón está “on fire”, se le nota. Que nos dure mucho. Ayer portería a cero y buenas sensaciones. Que no pare el domingo en Getafe.
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