En medio de su lucha por acceder al play-in de la NBA, los Chicago Bulls tuvieron anoche una baja importante en la derrota contra Los Angeles Lakers por 110-121. Andre Drummond, su pívot reserva y pieza clave de la segunda unidad del equipo, se ausentó por motivos personales que él mismo aclaró en sus redes sociales. La salud mental y su actual estado de fragilidad hicieron que el jugador se tomara un descanso de su exigente día a día y provocó que cerrara también sus canales digitales de forma provisional.
“Es hora de centrarme en mi salud mental. Si tú también estás sufriendo, no estás solo… está bien pedir ayuda”, escribió el veterano jugador, que ha disputado 11 temporadas en la liga a sus 29 años. El pívot detalló que borraría todas sus aplicaciones del teléfono y se cambiaría de número para evitar más distracciones.
En 62 partidos con Chicago esta temporada, el interior promedia 6,1 puntos y 6,7 rebotes en 12 minutos de juego, siendo una pequeña pero productiva pieza de la segunda unidad del equipo. DeMar DeRozan, puntal del vestuario y figura prominente en la lucha contra las enfermedades mentales dentro de la liga, quiso mostrar su apoyo incondicional a su compañero: “Amamos este juego, jugamos a él. El baloncesto ha sido bueno para todos nosotros. Al final del día, sin embargo, uno debe preocuparse y cuidarse a uno mismo, es primordial”.
Billy Donovan, técnico de Chicago, también compartió los buenos deseos hacia su pupilo. “Todos venimos aquí a jugar, pero hay un lado humano, personal, para todos los chicos. Te sientes mal cuando alguien pasa por algo así, simplemente intentas darle todo el apoyo posible”, comentó. El entrenador compartió un ejemplo para ilustrar la importancia de la honestidad y transparencia de sus jugadores con el aspecto de la salud mental.
un hombre en Toronto se le acercó para pedirle si podía agradecerle a DeRozan su perfil público sobre el tema. El jugador no solo le recibió, sino que se pasó un buen rato hablando con el aficionado anónimo al que ayudó en momentos difíciles con su ejemplo. “Estos momentos son más importantes que un partido de baloncesto, una paga o lo que sea. Cuando la historia de alguien puede ayudar a otra persona, cuando puedes ver el resultado, resulta algo muy emotivo y te alcanza las entrañas. Ojalá todos tuviéramos este tipo de empatía”, reflejaba el astro de los Bulls.