Andrew Cuomo suma otra denuncia penal por acoso sexual

Andrew Cuomo, en noviembre de 2020, cuando aún era gobernador de Nueva York.
Andrew Cuomo, en noviembre de 2020, cuando aún era gobernador de Nueva York.ANDREW KELLY (Reuters)

El horizonte penal de Andrew Cuomo se complica. Un tribunal de Albany, capital de Nueva York, Estado del que Cuomo fue gobernador hasta su dimisión este verano, ha registrado una denuncia en su contra por un “delito menor”. Según el escrito presentado ante el juez, cuyo contenido se ha conocido en la tarde del jueves, Cuomo colocó “por la fuerza e intencionadamente su mano bajo de la blusa de la víctima y en una parte íntima de su cuerpo”. Sucedió en la residencia del gobernador en diciembre de 2020.

La investigadora de la oficina del alguacil del condado de Albany, Amy Kowalski, ha explicado a The New York Times que el exgobernador actuó con el propósito de “degradar a la víctima y gratificar sus deseos sexuales”.

Esta denuncia llega dos meses después de que Brittany Commisso, que trabajó como asistente de Cuomo, iniciara acciones legales en su contra por haberle tocado un pecho mientras se encontraban a solas.

El diario New York Post ha señalado, citando fuentes judiciales, que se espera que el exgobernador sea arrestado la próxima semana. Cuomo renunció como gobernador en agosto pasado tras 10 años y medio en el cargo y después de haber alcanzado notoriedad nacional por su gestión frente a la pandemia. Lo hizo acorralado por las evidencias de que había acosado sexualmente a 11 mujeres.

La fiscal general del Estado de Nueva York, Letitia James, concluyó tras una investigación de cinco meses que el político demócrata había incurrido en una conducta contraria a las leyes federales. El exgobernador negó haber actuado mal, aunque aceptó la “plena responsabilidad” por lo que llamó actos que fueron malinterpretados cuando intentaba “ser cariñoso o gracioso”.

Cuomo, que fue sustituido por su número dos, Kathy Hochul -la primera gobernadora en la historia del Estado-, se despidió el 23 de agosto de la vida pública culpando de su caída en desgracia a la judicatura, a la fiscal general, a los políticos -en especial el ala más progresista de los demócratas- y a la prensa.

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