Tímida fuera del campo, letal dentro del rectángulo de juego. Ane
Etxezarreta (Beasain, 1995) defenderá hoy con orgullo la camiseta de la Real ante el Sporting de Huelva. Será su partido número 100 con tan sólo 24 años.
Arrollaron al Rayo, pero solo sumaron un empate.
Fue una pena el partido porque estuvimos bien en todo menos de cara a portería. El Rayo no vino a jugar, tenía claro qué quería y se metió atrás. Jugaron muy sucio.
Tras la huelga, ha sido titular en dos ocasiones.
Me estoy encontrando cómoda, quiero ser titular y a base de trabajo lo estoy consiguiendo. Para mí es un orgullo. Está claro que tengo que seguir puliendo errores, mejorando, pero estoy muy contenta.
Estuvo fuera un mes por lesión. ¿Cómo le sentó?
No creía que fuese para tanto y cuando me lo dijeron lo pasé mal. Tenía que andar con tranquilidad por un edema óseo que es muy latoso. Estaba enérgica porque pensé que volvería pronto pero he tenido momentos de bajón.
¿Cómo le dijo Gonzalo que volvía al ‘once’ ante el Tacón?
No me dijo que iba a jugar, pero durante la semana estuve entrenando de central y ya me imaginé que podía empezar de inicio.
¿Cómo se lo tomó Maddi? Era indiscutible…
Se lo ha tomado muy bien. Somos compañeras, cuando jugaba ella yo también le apoyaba y, ahora que he jugado dos seguidos yo, pues al revés. Lo primero que pones por delante es el equipo.
Desde fuera parece que hay ‘caso Maddi’ tras no secundar la huelga.
Ha tocado así, no tiene nada que ver con la huelga. Gonzalo ha decidido que yo estaba mejor preparada para jugar por delante de Maddi y listo, ha sido una decisión deportiva. Pondría la mano en el fuego. Lo que importa es cómo está el equipo, cómo entrena cada jugadora y qué se busca en cada partido.
Si juega hoy cumplirá 100 partidos con la Real. ¿Qué siente?
Para una chica de Beasain como yo, guipuzcoana y de la Real, jugar esa cantidad de partidos con la Real es un orgullo enorme. Cuando os leí entre semana dije, ostras, no me lo creo. Es una satisfacción enorme porque desde pequeña soñaba con jugar con la Real. Es una ilusión que no se puede describir.
¿Creía que podía llegar a esos números?
(Se ríe) 100 partidos desde luego que no. Ser futbolista profesional era un sueño. Una compañera de la Ikastola me preguntó qué quería ser de mayor y le contesté que futbolista. Mucho tiempo después he cumplido el sueño. El fútbol y el deporte es lo que más me llena.
A pesar de su juventud, tiene a poca gente por delante en la plantilla.
Soy una persona bastante de equipo, no resalto por así decirlo. Pero dentro del campo si tengo que pegar cuatro gritos por el bien del grupo lo hago con muchas ganas. No destaco como otras, pero creo que soy importante.
Cinco temporadas en el primer equipo. ¿Con qué recuerdo se queda?
Está claro que con la Copa de la Reina y toda la semana que pasamos. Pero también tengo marcada la semifinal ante el Sevilla donde marqué un gol. Ahí nos dimos cuenta de que teníamos posibilidades de hacer algo grande.
¿Y cual olvidaría?
La verdad es que he tenido bastante suerte con la Real. Hemos andado bastante bien aunque también hemos tenido malas rachas en las que andábamos últimas, no puntuábamos y encima no jugaba. Lo pasé muy mal durante un tiempo, pero en general saco muchas más cosas positivas. Lo peor, las lesiones y no ser titular estando al 100%.
En todas las temporadas ha conseguido marcar.
(Risas) A mí siempre me ha encantado hacer goles. Ahora aprovecho los corners para ver si cae alguno aunque tengo claro que lo mío es defender y mirar por el equipo.
Tiene contrato hasta 2021. ¿Mira al futuro?
La verdad es que no. Tengo dos años de contrato y estoy muy contenta. Lo primordial para nosotras es darle la vuelta a la situación, queremos sumar de tres. El futuro me gusta mirarlo de año en año. Aquí se está muy bien y un cambio sería muy raro
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