Se trató de un viaje brutal, sin ningún tipo de concesiones en cuanto a los cambios en el estado de ánimo. De la expectativa máxima al desconsuelo total, pero al final de vuelta la alegría desmesurada. Todo lo vivió Ángel Correa, ese futbolista del Atlético de Madrid que se había quedado sin Mundial porque no figuraba en la lista de 26 jugadores citados por Lionel Scaloni, pero que terminó siendo convocado de urgencia por la lesión de Nicolás González.
La felicidad le desbordaba el rostro a Angelito cerca de la medianoche del jueves argentino, ya en la madrugada del viernes español. En ese momento, Correa llegaba al aeropuerto de Ezeiza para abordar un vuelo rumbo a Qatar.
El miércoles había estado jugando en Cañuelas, en las afueras de Buenos Aires, un partido con amigos, incluido Thiago Almada (Atlanta United de Estados Unidos), el otro citado de emergencia por la baja de Joaquín Correa. Ayer ya se había trasladado a su Rosario. Por eso, apenas sonó el teléfono, arrancó para el aeropuerto de Fisherton. De ahí a Ezeiza. Y luego, a Doha.
“Me tomó por sorpresa la convocatoria. Estaba disfrutando con mi familia y me llamaron, así que ahora me voy a Qatar con una ilusión enorme. Estaba con mis abuelas, mis amigos, mis hermanas, mis sobrinos y mis hijas. La noticia me generó una felicidad muy grande”, contó Angel Correa.
Por supuesto también encontró espacio para dejar alguna reflexión sobre el sueño mundialista que cumplirá: “Jugar un Mundial es lo máximo. Vamos con una ilusión enorme todos los chicos. Por mi parte voy con lo mejor, con ganas de trabajar”.
Angelito además cruzó un llamado con el otro citado de urgencia, con Thiago Almada, y contó cómo lo notó: “Hablé con él. Está muy feliz”. Y puntualizó que también se comunicó con algunos de los seleccionados que lo recibirán en la Universidad de Qatar. Uno de ellos, Angel Di María.
Cuando Lionel Scaloni dio la lista inicial de 26 convocados, generó sorpresa que no apareciera Angel Correa. Se había quedado afuera a último momento, pero estaba en la consideración del entrenador. Por eso, ante el primer problema, el DT de Argentina le devolvió la alegría al futbolista del Atlético de Madrid. Ahora a disfrutar el Mundial.