La internacional Anna Cruz regresará a la Liga Femenina siete años después de la mano del Kutxabank Araski que anunció este domingo la contratación de la jugadora catalana para la próxima temporada, en un golpe de efecto de la escuadra vitoriana.
Tras la renovación de la mejor entrenadora del curso pasado, Made Urieta, que también se encarga de la dirección deportiva, las verdes comenzaron darle forma a su plantilla lo hicieron a lo grande, con una de las jugadoras más importantes del baloncesto femenino español.
La escolta de 33 años vuelve a la Liga Femenina después jugar durante seis temporadas en Rusia y media campaña en el baloncesto turco, en las filas del poderoso Fenerbahce.
La badalonesa se convirtió en 2015 en la segunda jugadora nacional, después de Amaya Valdemoro, en conseguir un anillo de la WNBA. Lo hizo en las filas de Minnesota Lynx, donde jugó dos temporadas (2015,2016), tras recalar en la mejor liga del mundo con las New York Liberty.
Cruz cuenta con un sinfín de galardones y títulos. Además del anillo de la WNBA, levantó el trofeo de campeona de Europa con el Dinamo Kursk en el curso 2016-17, equipo con el que también ganó la liga rusa por segunda vez, después de hacerlo con el Nadezhda Oremburgo.
Además tiene dos Copas de la Reina con Rivas, equipo con el que alcanzó la final de la Euroliga, y dos medallas de oro con la selección española en el Europeo de 2013 y 2019; dos platas en los Juegos Olímpicos de Río y en el Mundial de 2014; y cuatro metales de bronce (Mundial 2018, Europeo 2015, Mundial 2010 y Europeo 2009).
Anna Cruz llega Kutxabank Araski con un bagaje inmaculado y con las intenciones de recuperar sensaciones después de operarse del menisco esta temporada, tras caer lesionada en el Fenerbache turco, donde estuvo hasta el mes de diciembre.
La nueva jugadora del Araski, que ha disputado 158 partidos con la selección absoluta, reconoció a través de una nota de prensa publicada por el club vitoriano que había perdido “las ganas al baloncesto” y que sufría en lugar de disfrutar.
“Estar tanto tiempo fuera, superando situaciones difíciles pasa factura, y el cuerpo me pedía volver”, apuntó Anna Cruz, que se mostró orgullosa de fichar por “un club humilde, trabajador y ambicioso” que le ha devuelto “las ganas de jugar al baloncesto”.
“No se me ocurre mejor entorno que Vitoria para recuperar las ganas de comerme el mundo, en una ciudad que respira baloncesto a los cuatro costados”, opinó la internacional, que quiere volver a identificarse con un club, “sentir sus colores y volver a sentir la pasión” con la que siempre ha vivido el baloncesto.
Anna Cruz coincidirá con Madelén Urieta, entrenadora de Araski y miembro del cuerpo técnico de la selección española en el último Eurobasket. “Es un privilegio para Kutxabank Araski poder contar con una jugadora como Anna Cruz porque a nivel deportivo encaja perfectamente en la filosofía y estilo del equipo, siendo una jugadora completa y que aporta en todas las facetas del juego, tanto ofensivas como defensivas”, expresó la entrenadora.
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