Anne Hidalgo relanza su campaña presidencial en un ambiente pesimista para la izquierda francesa


Con una intención de voto rozando la irrelevancia a mes y medio de haber lanzado su campaña, la socialista Anne Hidalgo necesitaba un fuerte empujón para recuperar el pulso en la aún larga carrera hacia la presidencia francesa. La plataforma fue el congreso de investidura del Partido Socialista (PS) este sábado en Lille, un evento organizado para mostrar la unidad de la formación —pese a la ausencia de figuras como el expresidente François Hollande— en torno a la alcaldesa de París, de origen español. A la vez, la cita le permitió presentar un programa que busca convencer a los votantes de izquierda desencantados con las divisiones de los partidos de que ella es la candidata que puede volver a llevar la socialdemocracia al poder, como se ha logrado en España, Portugal o, incluso, en Alemania, de la mano de Olaf Scholz.

“Nos quedan exactamente seis meses para la segunda vuelta, para volver a dar esperanza a nuestro país, para proponer un nuevo camino a los franceses, para ofrecerles la fuerza de una candidatura nueva que rechaza la capitulación identitaria, la exclusión de los más débiles y el repliegue nacionalista, y que está en manos de una mujer que prestará una atención nueva a las mujeres de nuestro país”, dijo Hidalgo ante 1.700 asistentes al congreso. “Estoy aquí, lucho por eso y lucharé por vosotros hasta la victoria”, proclamó tras las intervenciones de algunos de los pesos pesados actuales y tradicionales del socialismo francés, desde el primer secretario, Olivier Faure, a su predecesora en el cargo y actual alcaldesa de Lille, Martine Aubry, o el exministro del Interior Bernard Cazeneuve.

Cuestionada por no haber presentado un programa de gobierno desde que el 12 de septiembre declarara su candidatura —confirmada por los votos socialistas el 14 de octubre—, Hidalgo desglosó en Lille su “proyecto de reconquista social, ecologista y democrática” en el seno de una Europa “fuerte” y “unida”.

Un plan que pasa, dijo, por la anulación de reformas fiscales que benefician a los más ricos, la creación de un seguro de desempleo “universal”, el refuerzo del “sindicalismo” o ayudas a jóvenes y profesorado, entre otros. La candidata feminista y “ecologista de soluciones” prometió que su gobierno trabajará porque se logre la “neutralidad de carbono en 2050″ y promoverá leyes que garanticen la “igualdad total de los salarios en cinco años” y una “paridad real en las empresas en el seno de los consejos de administración”. Hidalgo aseguró también que si gana realizará una “reforma profunda de las instituciones” francesas, promoverá una mayor descentralización de la Administración y bajará la edad de voto a los 16 años, además de trabajar a favor del derecho a una muerte digna.

“Estoy lista, estamos listos. Llamo a los que quieren un cambio, venid, comprometeos, uníos los que queréis salvar el planeta, construir una república fuerte y justa, una Francia que sea un ejemplo entre las naciones”, llamó.

La remontada, sin embargo, se prevé difícil.

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Pese a ser aún muy preliminares, los sondeos sitúan a Hidalgo en una intención de voto en torno al 5%, una cifra no solo históricamente baja sino además por detrás de las que tienen sus principales rivales a la izquierda, el ecologista Yannick Jadot y el líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon. Este último además sería el candidato favorito para una candidatura única de izquierda, con 25% de los apoyos, frente al 15% de Hidalgo y el 14% de Jadot, según el último sondeo del instituto Ipsos-Sopra Steria para Le Parisien y France Info.

“No nos entretengamos con encuestas, hoy es el día en que Anne empieza su campaña”, pidió Martine Aubry. “Estamos contigo”, repitieron todos los que subieron al estrado en Lille.

Es difícil sin embargo ignorar los sondeos, que exponen un problema que va más allá del PS: según otra encuesta, toda la izquierda está “fragmentada a un nivel histórico”, advirtió el director del instituto Cevipof, Martial Foucault, en Le Monde. “Jamás, a seis meses de un escrutinio presidencial, la suma de intenciones de voto para las candidaturas de este lado del tablero [la izquierda] han obtenido una puntuación tan baja: 28% para el conjunto de la izquierda”, alertó.

“La izquierda hace como si ya hubiera perdido las elecciones” presidenciales, lamentó Hollande en los pasados días, en los que criticó además las “candidaturas liliputieneses” de la izquierda.

Las cifras de la encuesta en Le Parisien sobre el estado de ánimo de los electores franceses progresistas —esos que llevan años, consistentemente, manifestando su deseo mayoritario de una izquierda unida— confirma el pesimismo nacional: aunque el 66% de los votantes de izquierda desean que haya una candidatura única para la primera vuelta (que en el caso de los socialistas se dispara hasta el 77%), el 64% considera que eso no va a suceder.

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