Si la grada metiera goles, la Real hace tiempo habría asegurado su plaza para la Champions League. Pese a ser un jueves a las 21.30 horas, Anoeta volvió a rugir y a lucir sus mejores galas en el encuentro ante el Barcelona, en el que se registró la quinta mejor entrada de la historia: 35.128 espectadores que casi abarrotaron el graderío, en el que también hubo lugar para los seguidores culé. En el primer día sin mascarillas, el coliseo de Amara volvió a entrar en ebullición, aunque no fue suficiente para que la Real doblegara al Barça.
Los datos de Anoeta
Es evidente que la parroquia de la Real está respondiendo esta temporada, marcada por la restricción del aforo a causa del covid. Cuando la pandemia ha dado una tregua, las butacas azules desocupadas han sido las menos. De hecho, tres de las mejores cifras de asistencia al estadio se han contabilizado esta temporada: 37.066 contra el Athletic (récord absoluto), 35.765 ante el Madrid y 35.128 contra el Barcelona. El promedio de espectadores con Anoeta al 100% ha sido de 30.949, un 79% de la capacidad total del coliseo donostiarra.
Quedan dos partidos de los 19 de la temporada liguera en casa, en los que la afición realista puede ser un factor determinante: el jueves 12 a las 19 horas, los de Imanol reciben al Rayo Vallecano y el sábado 21 (o domingo 22) con un horario unificado todavía por determinar, jugarán contra el Atlético de Madrid en Donostia. Anoeta es un hervidero, una olla a presión y un modelo a seguir, ya que clubs como el Athletic se han inspirado en el ambiente que se genera en este campo para montar su propia grada de animación.
602 euros de multa
No obstante, no es oro todo lo que reluce en Anoeta. En el club sigue habiendo una honda preocupación por el repetido lanzamiento de objetos que, por el momento, sólo le está costando dinero a la Real, a la que han frito a multas esta temporada.
De hecho, el Comité de Competición de la RFEF sancionó a la Real con una multa de 602 euros por el lanzamiento de objetos ante el Barça. El club no niega los hechos, aunque alegó ante el propio órgano disciplinario que procedió a la identificación del responsable de los lanzamientos, que adoptó las correspondientes medidas tanto preventivas como reactivas y, en último lugar, que no se produjo ninguna incidencia en el desarrollo del encuentro como consecuencia del incidente. Para el Comité, según hace constar en su resolución, “siendo todo ello cierto, lo es también la realidad del hecho que merece el reproche disciplinario: la repetición del lanzamiento de botellas”.
De ahí que el Comité considere, en línea con la Real, que la alteración del orden del partido debe calificarse como leve