Fue recurrente durante la etapa de Pochettino escucharle quejarse por tener a tantos futbolistas en el vestuario: “Es demasiado”, se refirió al contar con más de treinta componentes. Un problema que arrastra también Galtier, que ha pedido a Luis Campos y a la plana mayor del PSG que aborde esta cuestión de forma prioritaria porque no quiere encontrarse con un escenario parecido al de su colega argentino la temporada pasada.
El ex del Niza quiere tener a un máximo de 22 jugadores, jóvenes al margen. Sin embargo, la operación salida se le ha complicado habitualmente a un PSG que no consigue colocar en el mercado a muchos con los que ya no cuenta. Entre ellos, a Paredes, por quien el United no está dispuesto a pagar los 35 millones de euros que le exigieron, a Diallo, a Wijnaldum o a Icardi. Mientras tanto, se espera que mañana todos regresen a la disciplina parisina.
Como club comprador que es, el PSG siempre ha tenido una asignatura pendiente por lo que respecta a las ventas. El propio Leonardo admitió en alguna ocasión que rara vez pudo concretar operaciones económicamente interesantes desde ese punto de vista. Antero Henrique, hombre fuerte en el área deportiva, vendió en su momento a futbolistas como Yuri Berchiche por 24 millones de euros al Athletic o a Gonçalo Guedes al Valencia por 40, pero se ha tratado de excepciones.
También ocurre otra cosa. Casi nadie quiere marcharse del PSG. Los contratos firmados son suficientemente atractivos como para que un jugador quiera apurar su etapa en el cuadro capitalino hasta el final. Kehrer, Draxler, Gueye, Danilo o Ander Herrera son otros nombres con quienes, llegados a cierto punto, también se contempla buscar una salida pactada. El PSG se aplica eso de que antes de entrar, hay que dejar salir. Pero no va a ser fácil.