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Antes de la tragedia: la última llamada desde el helicóptero de Kobe Bryant


CALABASAS, California – El piloto que murió junto con la exestrella de la NBA Kobe Bryant y otras siete personas había dicho a los controladores de tráfico aéreo, en su última comunicación por radio, que buscaría elevar su helicóptero para evitar una capa de nubes, dijo el lunes una investigadora del accidente.

El radar indica que el helicóptero llegó a una altura de 2,300 pies el domingo por la mañana, antes de descender. Los restos de la aeronave se encontraron a 1,085 pies, dijo Jennifer Homendy, investigadora de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), durante una conferencia de prensa realizada el lunes por la tarde.

Los investigadores de la NTSB se presentaron durante la jornada en el lugar del accidente para recabar evidencias.

“La zona donde hay restos del helicóptero es bastante extensa”, explicó Homendy. “Una pieza de la cola está al pie de la colina. El fuselaje está en el otro costado de esa colina. Y el rotor principal se encuentra a unas 100 yardas.

Algunos expertos sugirieron que el piloto pudo haberse desorientado debido a la niebla, pero Homendy comentó que los equipos de investigación analizarán todo, desde los antecedentes del operador de la nave hasta los motores.

“Observamos el factor humano, las máquinas y el ambiente”, indicó. “Y las condiciones meteorológicas son sólo una parte pequeña de eso”.

Tras solicitarlo, el piloto recibió el permiso especial para volar en condiciones de niebla espesa, apenas minutos antes del desastre del domingo, y volaba a unos 1,400 pies cuando viró al sur y luego al oeste, indicó Homendy.

Luego, el piloto pidió que los controladores le proporcionaran asistencia de radar a fin de dar “seguimiento al vuelo”, pero se le dijo que la aeronave volaba muy bajo para brindarle esa ayuda, dijo Homendy.

Unos cuatro minutos después, “el piloto avisó que estaba ascendiendo para evitar un estrato de nubes”, refirió la investigadora. “Cuando el control de tráfico aéreo preguntó qué planeaba hacer el piloto, no hubo respuesta.

Los datos del radar indican que el helicóptero subió a 2,300 pies y luego hizo un giro descendente a la izquierda. El último contacto con el radar fue alrededor de las 9:45 a.m.

Dos minutos después, una persona en tierra llamó al teléfono de emergencias 911 para reportar el accidente.

Randy Waldman, instructor de vuelo en helicóptero que imparte clases en el aeropuerto cercano de Van Nuys, dijo que un piloto desorientado puede disponer apenas de un momento para evitar una caída fatal.

“Si vuelas con visibilidad y entras en una situación en que no puedes ver a través del parabrisas, la expectativa de vida del piloto y la aeronave es quizá de unos 10 o 15 segundos, y eso pasa todo el tiempo. Es realmente una pena”, explicó Waldman.

Algunos expertos han preguntado si el piloto, cuyo nombre no se ha revelado oficialmente, debió recibir el visto bueno para volar en semejantes condiciones meteorológicas. En el momento en que sobrevino el accidente, el Departamento de Policía de Los Angeles y la oficina del alguacil del condado habían decidido no realizar vuelos en sus propios helicópteros.

La caída del Sikorsky S-76 causó la muerte del basquetbolista retirado, su hija Gianna de 13 años y los otros ocho ocupantes. El impacto fue de tal magnitud que dejó restos del helicóptero esparcidos en una superficie tan grande como una cancha de fútbol.

Las cuadrillas recuperaron tres cadáveres el domingo y reanudaron sus labores el lunes. En tanto, una oleada de conmoción y pesar seguía recorriendo el mundo, por la pérdida de uno de los mejores basquetbolistas de la historia, quien ayudó a que los Lakers se coronaran cinco veces en la NBA durante su deslumbrante carrera de 20 años.

Bryant era uno de los rostros más reconocibles del baloncesto. Fue elegido 18 veces al Juego de las Estrellas.

El piloto fue identificado como Ara Zobayan. Varios expertos en aeronáutica dijeron que no es raro que se otorgue permiso para que los helicópteros vuelen en condiciones semejantes.

Sin embargo, algunos consideraron inusitado que esa autorización se haya otorgado en un espacio aéreo tan transitado como el de Los Angeles.

Kurt Deetz, quien transportó a Bryant decenas de veces en el mismo helicóptero que se vino abajo, dijo que suele otorgarse el permiso en la zona.

“Pasaba todo el tiempo durante los meses de invierno en Los Angeles”, aseveró Deetz. “Suele haber niebla”.

El helicóptero despegó de Santa Ana en el condado de Orange, al sur de Los Angeles, poco después de las 9 a.m. Se dirigió al norte y luego al poniente.

Se cree que Bryant se dirigía a su academia deportiva para jóvenes en la cercana localidad de Thousand Oaks, donde el domingo se realizaba un torneo en el que participaría la hija del deportista retirado, apodada Gigi.

Desde que jugaba con los Lakers, Bryant acostumbraba transportarse en helicóptero, en vez de soportar los conocidos embotellamientos en las calles y autopistas de la zona.

“No ando por Los Angeles sin el helicóptero Mamba”, bromeó en alguna ocasión durante el programa televisivo “Jimmy Kimmel Live”, haciendo referencia a su propio apodo, “Black Mamba”.

El domingo, los bomberos llegaron caminando a la zona del desastre, con equipamiento médico y mangueras. Personal médico descendió a rapel desde un helicóptero.

Unos 20 investigadores estaban en el lugar el lunes por la mañana. El investigador médico del condado de Los Angeles, Jonathan Lucas, advirtió que la recuperación de los restos de las víctimas llevará al menos un par de días.

Entre los fallecidos estaban John Altobelli, de 56 años y quien fue durante años coach de béisbol del Sothern California’s Orange Coast College; su esposa Keri, y su hija Alyssa, quien jugaba en el mismo equipo de basquetbol que la hija de Bryant. Pereció también Christina Mauser, entrenadora de baloncesto en una primaria del Sur de California.




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