Antetokounmpo golpea primero

Los Milwaukee Bucks golpearon primero en la eliminatoria de semifinales de conferencia contra los Boston Celtics, asaltando el TD Garden con una rotunda victoria por 89-101 (0-1). Los visitantes redoblaron la apuesta defensiva de los locales, descolocados ante la exhibición física y áspera de los vigentes campeones, muy concienciados con su objetivo de arrancar batiendo a su rival jugando sus mismas armas.

Giannis Antetokounmpo, con su segundo triple-doble en unos playoffs de la NBA, capitaneó el triunfo con 24 puntos, 13 rebotes, 12 asistencias y 2 tapones. El astro griego no tuvo su mejor noche en el tiro (9-25 TC; 0-2 3P), pero supo dominar el escenario planteado por Boston y tirar de la inspiración de sus compañeros, capaces de hacer olvidar por una noche la notable ausencia de Khris Middleton, su habitual segundo de a bordo con el permiso de Jrue Holiday.

El base, como siempre sin hacerse notar demasiado, cuajó un excelente encuentro con 25 puntos, 10 rebotes, 5 asistencias y 3 robos (8-20 TC) y resultó clave en el apoyo incondicional de los hombres de Mike Budenholzer a su estrella, bien arropada como bien saben hacer los equipo campeones. Con dos minutos por disputarse y 12 abajo, los Celtics tiraron la toalla y el público se largó cabizbajo a casa.

A Boston se les notó algo nerviosos y acelerados, sobre todo en un inicio nefasto para Jayson Tatum y Jaylen Brown, su dupla de estrellas que no supo afinar en la jornada vespertina de domingo. El cabecilla local terminó con 21 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias, mientras que su compañero estuvo todavía peor con 12 tantos, 9 rebotes y 4 asistencias. Entre ambos registraron un pobre 10 de 31 en tiros de campo y acumularon 10 pérdidas de las 18 totales para su equipo.

El encuentro se mantuvo igualado durante grandes tramos, y no fue hasta el último cuarto cuando los Bucks pisaron el acelerador para dictar sentencia. Anteto puso el acento al golpe de efecto en la serie con un mate tras un autopase a tablero y forzando la falta en ataque de Brown en la posesión posterior de los locales. Era el ecuador del último cuarto y el choque quedó moralmente zanjado con un +16 que poco antes había sido un +17, la máxima ventaja visitante.

“Hay que ganarles hoy, defenderles a tope, hacerles sudar, hacerles jugar el uno contra uno”, les dijo Giannis a sus compañeros cuando iban perdiendo en el primer período. Él hizo una labor encomiable al dejar en un 4 de 15 (26,7%) a los varios jugadores que defendió a lo largo del encuentro. Los secundarios sacaron pecho y tanto Bobby Portis (15 tantos y 11 rebotes) como Grayson Allen (11 puntos) suplieron la aportación ofensiva habitual de Middleton. Estuvieron igual de acertados en sus minutos Jevon Carter (7) y Pat Connaughton (8), mordaces en ataque y en defensa.

Los Celtics no contaron con tanto acierto de sus secundarios –el equipo se quedó en un 33,3% en tiros de campo y un 36% en triples–, y eso les pasó factura ante la nefasta noche de su dupla de estrellas. Marcus Smart (10 puntos y 6 asistencias) dio un par de sustos en el plano físico y Robert Williams III se dolió de un golpe en la entrepierna de parte de Antetokounmpo. 

La buena defensa de Boston logró frenar parcialmente al MVP griego, que supo encontrar huecos y terminó haciendo pupa en el momento decisivo. Su tirón final dejó en nada la meritoria defensa de Al Horford (12 puntos, 10 rebotes, 3 asistencias y 2 tapones), capaces de pararle en el uno contra uno en un par de ocasiones.

Al descanso, los Bucks ya mostraban su solidez en el partido con una ventaja de dobles dígitos (46-56), y la robustez del planteamiento de Budenholzer y sus pupilos se confirmó cuando Giannis se calentó y cometió dos faltas en menos de un minuto que le mandaron al banquillo al final del tercer cuarto. En ese tramo sin su estrella, los secundarios dieron un paso al frente y no cedieron terreno, desarmando poco a poco los ánimos de unos destemplados Celtics.

La afición de Boston no dio crédito ante lo visto en el primer partido de la serie, y es que Tatum llegó a lanzar un triple que ni tocó el aro en uno de los intercambios finales. Con su triunfo, los Bucks demostraron por que son los vigentes campeones y, por ende, el verdadero rival a batir para el resto de candidatos.