La noche para los Lakers fue para olvidar. Además de la contundente derrota sufrida ante los Nuggets, la franquicia angelina recibió una noticia aún peor: Anthony Davis, que volvió recientemente tras unos partidos de ausencia, agravó su lesión en el aquiles y tuvo que abandonar el encuentro.
Davis se había perdido dos encuentros por lesión esta semana, volviendo hace apenas dos noches ante los Grizzlies. Desde el cuerpo técnico angelino iban con precaución aunque confiaban en su recuperación.
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Sin embargo, un choque fortuito con Nikola Jokic en la primera parte le obligó a enfilar el camino a vestuarios. No volvería a jugar en lo que restaba de partido y los Lakers confirmaron poco después las malas noticias.
La tendonosis que sufrió a principios de semana en su aquiles derecho se agravó con el golpe y el equipo médico había detectado una mayor hinchazón en la zona. Los Lakers anunciaron que el jugador se sometería a una resonancia durante este lunes.
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