El futuro de la NBA sigue en el aire y la competición parece que no se reanudará hasta bien entrado el mes de julio. De la misma manera, la fecha asignada para el Draft de 2020 era el próximo 25 de junio pero ya es más que un secreto a voces que ésta tendra que posponerse. Se habla de finales de septiembre, por lo que aún tendremos que esperar para conocer a las futuras estrellas de la liga. Hasta entonces, aquí va un pequeño resumen de algunos nombres llamados a copar los primeros puestos del Draft.
Anthony Edwards: El consenso entre gran parte de los expertos es que Edwards será el primero de la clase del Draft de 2020. Este escolta de los Georgia Bulldogs posee un potencial incalculable y un físico sensacional. Esta temporada ha promediado 19 puntos y 5 rebotes en 33 minutos de juego y ha demostrado que sus cualidades físicas son su mejor carta de presentación.
Se le ha comparado con jugadores como Dwyane Wade o Donovan Mitchell en cuanto a estillo de juego y es un gran finalizador cerca del aro, capaz de utilizar su cuerpo y fuerza para terminar en canasta. Entre sus principales defectos destacan el margen de mejora en la organización del juego y su inconsistencia a la hora de moverse sin la pelota. A pesar de esto, Edwards tiene un futuro brillante en la liga.
Obi Toppin: Otro de los grandes nombres de este Draft, un jugador que será elegido entre los primeros puestos sin lugar a duda. Toppin ha tenido un 2020 excepcional en Dayton y ha demostrado todas sus armas anotadoras. 20 puntos, 7.5 rebotes y unos porcentajes sensacionales (70% en tiros de 2 y 39% en triples) avalan el talento único de este jugador.
Otro jugador con un físico privilegiado que se presenta listo para aportar desde el primer día. En Toppin destaca también su capacidad para jugar sin balón y sus intangibles, dos aspectos que le convierten en un jugador preparado para tener un gran impacto inmediatamente. Sus principales carencias pueden llegar en la defensa del perímetro, donde su falta de fundamentos puede lastrar sus capacidades. No obstante, el margen de mejora es inmenso para Obi Toppin.
LaMelo Ball: El tercero de los hermanos Ball aterrizará en la liga con el cartel de “
Best Ball
”, o al menos eso dice su padre. El base ha disputado esta temporada con los Ilawarra Hawks de la liga Australiana en la que ha demostrado estar listo para competir al máximo nivel pero que también nos ha privado de verle emparejado con algunos de los grandes nombres de su generación.
Ball es un base alto, que aprovecha muy bien su tamaño y entiende el juego a la perfección. Su habilidad con el balón es superlativa y su potencial ilimitado. Aún tiene muchas cualidades por pulir pero ha demostrado ser un jugador capaz de liderar a su equipo en más de una ocasión. En la NBA tendrá que aprender a elegir mejor sus tiros y controlar sus pérdidas pero su impacto será inmediato.
James Wiseman: Seguramente sea el mejor interior de esta generación. Wiseman ha disputado su temporada universitaria en Memphis, promediando un doble-doble de 19.7 puntos y 10.7 rebotes, a lo que ha añadido 3 tapones por encuentro. No obstante, es uno de los jugadores que más incertidumbre genera en los ojeadores… ¿Por qué? La temporada de Wiseman tiene trampa y es que solo ha disputado tres partidos.
Wiseman dejó el equipo en diciembre para entrenarse y preparar su entrada al Draft. Ahora su reputación se resume en la que consiguió en el instituto pero las dudas que genera son enormes. Tiene un físico y un tamaño prodigioso y una habilidad innata para el rebote. A pesar de su tamaño, aún tiene margen de mejora a la hora de jugar en el poste bajo y sus intangibles también dejan que desear. No obstante, es un diamante en bruto que los equipos no dejarán pasar de largo.
Onyeka Okongwu: Este jugador conoce muy bien a LaMelo y es que ambos compartieron equipo en el instituto, en Chino Hills. Okongwu es un interior moderno, con unas cualidades físicas y un potencial enorme que le permiten aportar en ambos lados de la cancha. Su trabajo defensivo es una de sus mayores virtudes, con una capacidad de proteger el aro tremenda y un físico que le permite compensar su falta de tamaño.
Aún tiene trabajo por delante para añadir armas a su arsenal ofensivo, sobre todo en aquellas situaciones que requieren más que el físico. No obstante, Okongwu es uno de esos jugadores con poca formación pero muchísimo margen de mejora. Entiende bien el juego y es capaz de tener un impacto inmediato en su equipo.
Killian Hayes: Un grandísimo prospect al que los ojeadores llevan varios años siguiendo. Hayes viene de Francia, de jugar en el Cholet Basket y es un base con un físico privilegiado y un conocimiento del juego por encima de la media. Zurdo, alto y con una gran envergadura, Hayes puede jugar tanto de base como de escolta. Le gusta terminar cerca del aro y sobresale cuando el equipo juega en transición. “
NBA Ready
” desde el primer día, es uno de los jugadores más inteligentes de este Draft.
Isaac Okoro: Una de las perlas defensivas de esta camada, Okoro es un alero ideal para la NBA. Otro ejemplo de un físico ideal y una mente centrada que confluyen para crear un jugador con un potencial enorme. Aún tiene mucho margen de mejora, sobre todo en el apartado ofensivo pero en la NCAA ha demostrado tener capacidades suficientes para despuntar. Su habilidad de defender a jugadores de distintas posiciones le otorga un valor inmenso hoy en día.
Deni Avdija: Otro de los principales nombres internacionales de este Draft. Avdija es israelí y viene de jugar en el Maccabi. Es un alero pequeño, con claros rastos europeos. Su habilidad de pase e intangibles recuerdan a la vieja escuela del viejo continente y aunque tiene carencias físicas que podrían pasarle factura en la NBA, consigue compensarlas con su IQ. En la liga puede ocupar distintas posiciones desde escolta hasta ala-pivot en quintetos pequeños.
Tyrese Haliburton: Uno de los bases más entretenidos de ver entre los que se presentan a este Draft. Haliburton llega de Iowa State, tras promediar 15.2 puntos, 6 rebotes y 6.5 asistencias y aunque quizás no tenga un impacto inmediato, será un jugador de calidad en la NBA en tan solo unos años. Gran inteligencia, Haliburton destaca por su capacidad de base sin cometer apenas pérdidas y capaz también de anotar de 2 y de 3. Pese a que no será de los que despunte enseguida, acabará siendo titular durante muchos años en la NBA.
Cole Anthony: Uno de los nombres interesantes de este Draft fuera de las primeras selecciones. Anthony llega tras un mal año de su equipo, North Carolina, pero con una carta de presentación clara: las mete de todos los colores. Tirador excelso, peca de cierta irregularidad pero cuando calienta muñeca es imparable. Quizás no esté del todo listo para tener un impacto en la liga pero su potencial es indudable. Sus porcentajes no han sido ideales (38% en TC) pero su capacidad de anotar le hace una apuesta muy interesante.
Desde la Liga Endesa
Leandro Bolmaro: Base argentino de la cantera del Barcelona que ya ha debutado con el primer equipo y contado con oportunidades bajo la batuta de Pesic. En Estados Unidos hay quien cree que podría ser elegido en primera ronda del próximo Draft y dar el salto a la NBA este mismo año. Tirador decente y buen organizador, Bolmaro tiene cuerpo de jugador NBA pero deberá trabajar en su físico para poder dar el salto.
Vit Krejci: Le hemos visto debutar con el Casademont
Zaragoza en Liga Endesa y en la CBL, dejando buenas sensaciones con los minutos que ha tenido. Este base de gran tamaño adora finalizar cerca del aro y aprovecha muy bien su tamaño para buscar la canasta. Algunas predicciones le colocan al final de la segunda ronda y por eso se ha presentado al próximo Draft.
Artur Kurucs: Hermano de Rodions, jugador de los Brooklyn Nets, Kurucs ha disputado la temporada actual en el VEF Riga letón, cedido por el Baskonia. En Riga se ha proclamado campeón de la liga y ha formado parte del mejor quinteto de la competición. Es un escolta formado en la cantera vitoriana que ha disputado distintos europeos con las categorías inferiores de su país desde 2015.
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