Alma Ibarra, boxeadora mexicana que suplicó a su entrenador detener un combate en el que sitió su vida peligrar, anunció este miércoles su retiro del boxeo profesional, decisión que, asegura, la deja tranquila.
El pasado sábado 25 de junio, Ibarra se midió frente a la estadounidense Jessica McCaskill en un combate por el título indiscutido de peso welter, celebrado en la Arena Tech de San Antonio, Texas; sin embargo, la mexicana recibió en un fuerte castigo en los primeros tres rounds por lo que suplicó a su preparador tirar la toalla.
“No, no, no, yo quiero llegar viva a mi casa”, dijo Ibarra a su entrenador, tras negarse a salir de su equina para el cuarto episodio y cuyo video se hizo viral en las redes sociales.
En su mensaje, Ibarra señaló que aceptar el combate frente a McCaskill fue un error, toda vez que llegó en un momento en que había postergado su retiro profesional seis meses y, al final, priorizó su salud física y mental.
“Hoy después de 15 años digo adiós al boxeo, un retiro que había postergado por seis meses y hoy me da la paz y tranquilidad que mi vida necesita. Me voy tranquila porque sé que a pesar de todo siempre estuve ahí picando piedra y remando contra la corriente para salir adelante.
“Acepté la pelea y creo que fue uno de los peores errores más grandes que cometí. Me retiré de la pelea por dos cosas, para comprobar que la salud mental es tan importante como la física, y la segunda para dar la cara por mi equipo, que no tiene absolutamente nada de culpa, agradezco que aguantaran todo este”, señaló la pugilista.
Alma Ibarra, quien inició su carrera profesional en el 2017, se retira del boxeo con una marca de 10-2, donde cinco de sus triunfos fueron por la vía rápida.
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