El periodista J. Jesús Esquivel, colaborador de Aristegui en Vivo y corresponsal de la revista Proceso en Estados Unidos, anunció hoy la salida de un libro que aborda la detención del general Salvador Cienfuegos, ex titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), por parte de autoridades de Estados Unidos. Un caso que involucró a la DEA y llegó hasta el mismo presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
El reportero ha dado amplia cobertura sobre la detención de Cienfuegos en Estados Unidos, por presuntos vínculos y comunicaciones con el crimen organizado, así como la intervención del gobierno mexicano, encabezado por el propio López Obrador, para negociar con Estados Unidos su entrega y procesamiento, así como su liberación.
En octubre de 2021, Esquivel reveló que él informó a la entonces embajadora en Estados Unidos, Martha Barcena, sobre la acusación que existía contra el general Salvador Cienfuegos y fue ella quien posteriormente se lo reportó al presidente López Obrador. De igual forma, previamente buscó una reacción del fiscal Alejandro Gertz Manero, quien no actuó en este caso.
Esquivel ha publicado con Grijalbo diversos títulos sobre política y seguridad de actualidad en México.
El 14 de enero de 2021, la Fiscalía General de la República (FGR) determinó que el general Salvador Cienfuegos Zepeda nunca se reunió o comunicó con integrantes de la organización delictiva investigada por Estados Unidos, ni los protegió o ayudó.
La FGR también analizó su situación patrimonial y el cumplimiento de sus obligaciones fiscales, sin detectar dato alguno o síntoma de obtención de ingresos ilegales o acrecentamiento de su patrimonio fuera de lo normal.
“Por los motivos anteriores, y con base en los razonamientos y pruebas en la carpeta correspondiente, la Fiscalía General de la República, a través de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), ha determinado el no ejercicio de la acción penal, en favor del general Salvador Cienfuegos Zepeda” reportó la Fiscalía a través de un comunicado.
El comunicado detalla que desde el pasado sexenio, en 2013, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), inició, sin el conocimiento y sin la colaboración del Gobierno Federal de México, una investigación de delitos contra la salud, en donde se involucraba al entonces secretario de la Defensa Nacional.
“Esa investigación la continuó ese organismo que combate a las drogas en el gobierno norteamericano, durante la presente administración, sin haber tampoco informado a las autoridades mexicanas sobre el caso”.
El 15 de octubre de 2020 cuando agentes de la DEA detuvieron al general Cienfuegos en el aeropuerto de la ciudad de Los Ángeles, California, sujetándolo a proceso, por delitos contra la salud y lavado de dinero.
Luego de cinco semanas de su detención, el Departamento de Justicia de Estados Unidos le solicitó a la jueza que conoció del caso en la corte federal estadounidense, que desestimara los cargos en contra del militar mexicano, a lo cual accedió.
“Durante el lapso de su detención, y después de haber sido ya informada sobre el procedimiento, la Fiscalía General de la República (FGR), solicitó y recibió las pruebas que enviaron las autoridades norteamericanas respecto a ese caso”, detalla el comunicado.
El 18 de noviembre de 2020, el general Cienfuegos fue trasladado a México, entregado al Ministerio Público Federal (MPF), y sujeto al procedimiento legal correspondiente. Su presunción de inocencia fue respetada, ya que la investigación en México se encontraba en su fase inicial.
El pasado 9 de enero “Cienfuegos conoció las imputaciones hechas por las autoridades norteamericanas, así como las investigaciones realizadas por la Fiscalía General de la República en el caso, teniendo acceso a todo el expediente, como corresponde a esa fase procesal”.
“A partir de esa fecha, dicha persona ha aportado sus elementos de prueba; y la Fiscalía General de la República llevó a cabo todas las acciones necesarias para obtener las evidencias indispensables en este caso”, reportó la FGR en su comunicado.
Luego del análisis de las pruebas, la Fiscalía llegó a la conclusión de que Salvador Cienfuegos “nunca tuvo encuentro alguno con los integrantes de la organización delictiva investigada por las autoridades norteamericanas; y tampoco sostuvo comunicación alguna con ellos, ni realizó actos tendientes a proteger o ayudar a dichos individuos”.
La Fiscalía tampoco encontró prueba de que hubiera utilizado “ningún equipo o medio electrónico, ni que hubiera emitido orden alguna para favorecer al grupo delictivo señalado en este caso”.
Del análisis de su situación patrimonial y el cumplimiento de sus obligaciones fiscales, no apareció dato alguno o síntoma de obtención de ingresos ilegales o acrecentamiento de su patrimonio fuera de lo normal, de acuerdo con sus percepciones en el servicio público, de acuerdo con la información difundida por la FGR.
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