Disfrutar de un día de sol y playa es uno de los mayores placeres del verano, pero hay algunas cosas que no debemos hacer por el bien del medio ambiente. Esta temporada se ha puesto de moda el apilar piedras en la playa haciendo pequeñas montañas con ellas.
¿Por qué no hay que apilar piedras en la playa?
Aunque parezca una práctica que no conlleva ningún tipo de riesgo para el medioambiente, los expertos alertan de que es muy perjudicial. José Ángel Murcia, profesor universitario y antiguo colaborador de ‘Más de uno’ ha publicado un tweet alertando de lo que puede ocurrir por apilar piedras en la playa con el siguiente texto: «Aprovecho la repercusión que está teniendo tuit para pedirte que no muevas piedras ni plantas ni nada en la naturaleza».
Además, ha compartido un comunicado del alcalde de Ribadeo en el que se anuncian las medidas que se están tomando al respecto.
No hagáis estas cosas, por favor. pic.twitter.com/ec9B0a8WIE
— marta pf (@ikutram) August 10, 2022
Pero, ¿cuáles son las consecuencias para el medio ambiente de apilar piedras en la playa? Los científicos Ricardo Rocha, Paulo A. V. Borges, Pedro Cardoso, Mirza Dikari Kusrini,Inês Órfão, Catarina Serra-Gonçalves, Manuela Sim-Sim, José Luis Martín-Esquivel, Dília Menezes, Mário Mota-Ferreira, Sara F. Nunes, , Pedro Sepúlveda, Dinarte Teixeira y Anna Traveset publicaron en 2020 un artículo en la revista ‘Human-Wildlife Interactions ‘ hablando sobre ello.
Tal y como explican los expertos, hay un gran número de especies autóctonas que, aunque no se aprecian a simple vista, están ahí. Es el caso de insectos o invertebrados, que viven en esas piedras. Por lo tanto, si se mueven de sitio o, peor aún, se apilan unas sobre otras, el daño para el ecosistema es terrible. Las especies pueden quedar expuestas ante sus depredadores o morir aplastadas.
Cosas que no se deben hacer
Además de apilar piedras, hay otras muchas cosas que no se deben hacer bajo ningún concepto en la playa, algunas de las cuales incluso son objeto de sanción.
Como resulta lógico, orinar en el mar está terminantemente prohibido, y en algunas localidades costeras conlleva una multa de hasta 750 euros.
Hay quienes madrugan para plantar la sombrilla en primera línea de playa y luego se vuelven a casa o al hotel para dormir un poco más. En municipios como San Pedro del Pinatar o Gandía esto puede costar una sanción de hasta 3.000 euros.
En España hay numerosas playas que admiten perros, pero hay que informarse sobre cuáles son. Llevar al perro a una playa en la que no se puede tiene una multa de 1.500 euros.