El Senado de la República aprobó, en lo general, la reforma que pasa el control de la Guardia Nacional al Ejército mexicano. Sigue en curso el debate de las reservas presentadas por los partidos de oposición.
La votación fue 70 a favor, 51 en contra y una abstención. La abstención fue de Ricardo Monreal, coordinador de Morena.
El pleno de la cámara alta desechó las mociones suspensivas presentadas por legisladores de PAN, PRI y PRD, aprovechando la mayoría que tiene el grupo parlamentario de Morena y sus partidos aliados.
El debate de este jueves fue una repetición de lo que pasó en la Cámara de Diputados: Los legisladores de Morena han subido a la tribuna para defender la propuesta y la necesidad de que las fuerzas armadas refuercen la construcción de la nueva corporación, además de remarcar la política de seguridad del presidente López Obrador. En tanto, los senadores opositores afirman que esta reforma es inconstitucional y refuerza el proceso de militarización que vive el país, en particular a lo largo de este sexenio.
En la primera parte de la sesión se escucharon las mociones suspensivas y luego los posicionamientos de los partidos políticos, por lo que hubo una larga serie de posturas en contra.
Navor Rojas Mancera fue el encargo de presentar la postura de Morena. Dijo que bajo el mando del presidente Andrés Manuel López Obrador el Ejército ha respetado los derechos humanos.
Sostuvo que la política de seguridad busca corregir los errores de los gobiernos anteriores y que la oposición está “criminalizando” al Ejército, que históricamente ha actuado bajo el mando de civiles. Sostuvo que las masacres y crímenes del pasado fueron ordenados por civiles.
Julen Rementería, coordinador del PAN, acusó que la bancada de Morena votará solo para atender el capricho del presidente. Propuso retirar el dictamen para discutirlo e informar a la gente. Insistió en la instalación de un parlamento abierto para analizar el tema con sensatez.
Pongamos un alto a la militarización del país. Esto es un error, No hay un régimen en el mundo que funcionando con una policía militar se pueda presumir de democrático.
Dijo que el Senado únicamente cumplirá con un capricho del Presidente: “No estamos aquí para obedecer las órdenes de nadie, solo los que nos trajeron a esta representación”.
Pidió abrir el debate y no resolver el tema hoy: “No hay prisa, lo merece México, actuemos con responsabilidad, será un día negro para México si ustedes aprueban esto”.
Emilio Álvarez Icaza, integrante del grupo plural, destacó que si se traslada la Guardia Nacional a la Sedena el Ejército será la segunda institución con mayor presupuesto. Pidió ampliar el debate: “Tener una discusión de este impacto requiere una discusión más allá de estos escaños”.
La senadora Olga Sánchez Cordero, presidenta de la Comisión de Justicia, fue la encargada de presentar el dictamen. Dijo que aunque se logró un consenso para crear la Guardia Nacional “tienden a surgir problemas adicionales conforme se va a avanzando en las políticas públicas”, por lo que es necesario aplicar soluciones.
Afirmó que la minuta busca encontrar claridad en la línea disciplinaria, facilitar el mando y fortalecer el espíritu del cuerpo.
No es un cheque en blanco para la Guardia Nacional y sus mandos estratégicos, tácticos y operativos.
Sostuvo que la GN tiene que capacitarse en materia de prevención del delito y actividades de primer respondiente, por lo que no solo tiene que dar rondines sino que debe cumplir con sus obligaciones de prevenir, investigar y perseguir el delito.
Afirmó que con la propuesta se dará tiempo de su maduración, pues los cambios organizacionales y estructurales llevan diversos periodos.
El senador Miguel Ángel Mancera, senador del PRD, dijo que su grupo parlamentario respeta a las fuerzas armadas pero que no puede acompañar el dictamen que, aseguró, es contrario a la Constitución:
No podemos acompañar, reiterando nuestro absoluto respeto y reconocimiento a las fuerzas armadas. Estas leyes van a caer como fichas de dominó cuando se haga la prueba constitucional de las mismas.
La priista Claudia Ruiz Massieu dijo que la militarización no es la respuesta al problema de inseguridad que padece el país y sostuvo que aprobar este dictamen es un error.
Este dictamen no nos va a llevar a mejores resultados en estrategias de seguridad porque no hay un uniforme mágico. Despegar militares indiscriminadamente para realizar tareas no es mejor que desplegar cuerpos policiacos debilitados.
Acusó que no ha habido debate y no hay información suficiente para tomar una decisión sobre este tema.
En senador Noé Castañón, de Movimiento Ciudadano, dijo que esta reforma resulta inútil para la sociedad, pues no contiene ningún beneficio en materia de seguridad pública. “La Guardia Nacional no ha funcionado. Operativamente, con o sin reforma la Guardia va a seguir haciendo lo que ha hecho hasta ahora. Quieren tapar un hoyo administrativo cavando un cráter”.
Verónica Delgadillo García, senadora de Movimiento Ciudadano, sostuvo que Morena ganará la votación, pero “van a traicionar a los mexicanos y mexicanas… pero la historia no lo va a olvidar”.
Manuel Añorve, senador del PRI, dijo que le hubiera gustado debatir una reforma constitucional. “Voy a votar en contra y vamos a votar en contra pero dejando siempre la intención que estamos todos listos para mejorar donde no se cumplan las metas que se han planteado”.
Germán Martínez, senador del Grupo Plural, dijo que no se debe dar todo el poder a los militares:
No todo el poder a los militares, no todo el poder a los empresarios y no todo el poder a los eclesiásticos. Eso quería Benito Juarez y eso quier el grupo plural.
Sostuvo que la solución al problema de seguridad no puede ser cuasifascista. “Lo fascista es donde hay la idea de un jefe carismático, es donde hay una utopía de un destino final, es desde donde se divide en el poder entre amigos y enemigos. Es el culto a la tradición, es el tradicionalismo contra la modernidad”.
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