El 4 de junio de 1998, hace hoy exactamente 22 años, el TDK Manresa vencía por 77-75 al Tau Vitoria en el cuarto partido de la final de la Liga ACB y conseguía de esta forma proclamarse campeón, sin duda, una de las mayores gestas del deporte europeo. Era la mítica historia del pequeño David venciendo a los gigantescos Goliats, pero trasladada al baloncesto, es decir, un club modesto económicamente que conseguía inscribir su nombre en el palmarés de la máxima competición española, algo que hasta ese momento sólo habían logrado Real Madrid, FC Barcelona y Joventut de Badalona.
Fue una historia inesperada y hermosa, se podría decir que épica. En aquel encuentro del 4 de junio formaron por parte del TDK Manresa
Joan Creus (máximo anotador de aquel encuentro, a sus 41 años, con 17 puntos), Herb Jones, Pere Capdevilla, Bryan Sallier y Derrick Alston y desde el banquillo salieron Paco Vázquez, Chus Lázaro, Lisard González y Jordi Singla, todos ellos dirigidos por Luis Casimiro, actual entrenador del Unicaja Málaga.
Lo cierto es que el TDK Manresa había avisado dos años antes ganando la Copa del Rey, pero nadie le esperaba en la final, menos aún tras clasificarse para el playoff como sexto de la fase regular. Sin embargo, superó todas las rondas con desventaja de campo y en el Nou Congost ganó cinco de los seis partidos que disputó en esa fase final. Primero eliminó al Estudiantes, luego al Real Madrid y finalmente pudo con el Tau Vitoria. Sin duda, una hazaña difícilmente repetible, un asalto a los cielos en toda regla.
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