Ari Behn, enterrado nueve meses después de su muerte


Ari Behn murió el pasado 25 de diciembre. El escritor formó parte de la familia real noruega hasta que se divorció de la princesa Marta Luisa en 2017. Desde el primer momento no se trató de ocultar o edulcorar la realidad: Behn se había suicidado. El 3 de enero se llevó a cabo su funeral con la asistencia de los reyes noruegos y todos sus familiares pero no ha sido hasta ahora cuando se ha celebrado el entierro de sus cenizas. La familia del exmarido de la princesa Marta Luisa todavía no había podido cumplir su última voluntad de que descansara en el conocido cementerio de Oslo, el Vår Frelsers gravlund, en el distrito de Gamle Aker, debido a los condicionantes derivados de la pandemia. En el país nórdico, la normativa obliga a enterrar las cenizas antes de que hayan pasado seis meses después de la incineración. Con la llegada de la primavera, la familia del escritor proyectaba celebrar el entierro en una ceremonia íntima, que no se pudo realizar a consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus. Ha sido ahora, coincidiendo con el que hubiera sido el 48º cumpleaños del escritor, cuando se ha efectuado su entierro.

El exmarido de la princesa se suicidó la pasada Navidad, el mismo día en que tenía previsto comer con los reyes Harald y Sonia de Noruega, su exesposa y las tres hijas que tenían en común, Maud Angelica, Leah Isadora y Emma Tallulah, y el heredero de la corona noruega, el príncipe Haakon. Debido a la depresión que sufría desde hacía varios meses no se encontraba con ánimos y al final declinó la invitación, una actitud que empujó a sus padres a trasladarse hasta su vivienda para recogerlo e ir juntos hasta Larkollen y almorzar en familia. Allí fue Olav, su padre, quien se dio de bruces con la más triste de las realidades: “Fui yo quien le encontró”, reveló semanas después. “Estoy muy agradecido de haber podido estar con él en sus últimos momentos. De que no estuviera solo cuando decidió acabar con su vida. Parecía haber encontrado un poco de calma”, contó en un medio noruego.

Behn convivió con varias depresiones a lo largo de su vida y vivió un 2019 especialmente duro. Así lo revelado uno de sus amigos, Espen Eirborg. “Estaba muy preocupado por la muerte y las cosas más oscuras. Pero no pensé que pudiera hacerlo”, aseguró en el periódico Dagbladet en referencia al suicidio. Al parecer y según su testimonio, Ari Behn “tenía mucho dentro que no estaba resuelto”. Además también destacó que nunca llegó a desarrollarse por completo como artista por haber pertenecido a la familia real noruega. “Tenía expectativas demasiado altas de sí mismo y se autoculpaba. Se sintió como un objetivo cuando sus libros y pinturas fueron objeto de las críticas”, ha contado Eirborg. Sin embargo, destacó la calidad humana del que fuera yerno de los reyes de Noruega: “Nunca pronunció una palabra negativa sobre nadie y era muy bueno escuchando a la gente”.

Fue Maud Angelina, la hija mayor de la expareja, quien pronunció un conmovedor discurso en el funeral celebrado tras su muerte, en el que mostró todo el amor y el impacto que había producido en ellas la pérdida de su padre. “Sabíamos que estabas triste, pero dijiste que estabas mejor. Quizás lo ocultaste para no preocuparnos”, dijo la joven en su discurso. Mientras sostenía un dibujo que ella misma había pintado: “Te iba a dar este dibujo por Navidad. Trabajé en él durante diez horas, y mientras lo dibujaba pensé en lo mucho que te quiero y en lo emocionante que sería ver tu reacción”, dijo al comenzar. “Te querremos para siempre, papá”; añadió para finalizar en nombre también de sus dos hermanas y de su madre, que las acompañaba junto al féretro. Seis meses después, la joven habló en la televisión noruega de lo sucedido. “Ha sido muy doloroso. Mamá dice que es un poco como respirar. A veces hay que pensarlo y a veces no”. La mayor de las hijas del exmatrimonio ha recibido ayuda de un psicólogo y ha participado en un grupo de ayuda para superar la desaparición de su progenitor, a quien recuerda en todo momento como un artista. “Era muy bueno con las palabras y los cumplidos. Todo lo que dijo fue realmente como una obra de arte. Fue poético y agradable”, afirmó.


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