FLORENCE, Arizona – Un hombre de Arizona condenado por el asesinato de una niña en 1984 fue ejecutado el miércoles, en lo que marca la segunda ejecución del estado desde que las autoridades reanudaron la pena de muerte en mayo, después de una pausa de casi ocho años.
Frank Atwood, de 66 años, murió por inyección letal en la prisión estatal de Florence por el asesinato de Vicki Hoskinson, de ocho años, cuyo cuerpo fue encontrado en el desierto, dijo el fiscal general de Arizona, Mark Brnovich, en un comunicado.
Luego de 8 años se realizó la primera ejecución en Arizona, Clarence Dixon fue culpado de abusar sexualmente y asesinar a Deana Bowdoin estudiante de la universidad Estatal de Arizona en 1978.
Vicki desapareció meses antes después de salir de su casa en Tucson para dejar una tarjeta de cumpleaños en un buzón cercano.
La Corte Suprema de Estados Unidos despejó el camino para la ejecución de Atwood el miércoles por la mañana después de rechazar una apelación final de sus abogados. Murió a las 10:16 a.m., dijo Brnovich.
Los abogados de Clarence Dixon argumentaron que los problemas psicológicos de su cliente le impiden comprender racionalmente por qué el estado quiere acabar con su vida.
Atwood es el segundo prisionero de Arizona en ser ejecutado en menos de un mes. La ejecución de Clarence Dixon el mes pasado puso fin a la suspensión de la pena de muerte en Arizona, que se atribuyó a la dificultad de obtener drogas para inyección letal y a las críticas de que una ejecución de 2014 en el estado fue fallida.
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