El valenciano Arón Canet (Kalex), que fue operado de una “fractura intra-articular de la epífisis distal del radio izquierdo” de su brazo izquierdo el pasado lunes, ha recibido el “apto” de la comisión médica de los grandes premios para disputar el Gran Premio de España de Moto2, si bien el mismo reconoce que ahora mismo se siente al 30 por ciento. Quien no ha obtenido el OK ha sido el madrileño Raúl Fernández, que ya no pudo correr la carrera de Portimao tras la caída en la Q1 del sábado por una fractura en su mano mano derecha, y lo volverá a probar este viernes. Su hermano Adrián Fernández sí ha obtenido el OK médico para Jerez.
En el caso de Canet tuvo que pasar revisión médica en la clínica del circuito, en donde se comprobó el grado de fuerza, resistencia y dolor, antes de tomar la decisión de declararlo apto para la carrera, si bien el mismo piloto reconoce que no estará al ciento por ciento y que le tocará “sufrir”, pero en cualquier caso se mostró muy ilusionado con la posibilidad de poder disputar la primera de las cuatro carreras españoles.
“Me han mirado la fuerza, la movilidad y el dolor del brazo. No estoy a tope, claro. Debo estar ahora mismo a un 30 por ciento, pero iré a más, y ayudará a sentirme más cómodo el guante especial que me han hecho, algo más ancho”, ha comentado el piloto de Sito Pons.
Sobre el incidente de la carrera de Portimao insiste el de Corbera que “No pasé miedo, porque no me di cuenta, ya que iba primero y llegué muy lejos. Cuando me quise dar cuenta ya había parado todo. Aquello parecía la Segunda Guerra Mundial, con llamas, pilotos llorando, cayendo uno tras otro y con un dolor increíble que sentía. Al final tuvimos suerte, pero son cosas que me disgustan y no tuvo mucho sentido hacer una segunda carrera de siete vueltas con quince pilotos, sin los que nos habíamos caído en esa curva. Si te caes por tu culpa, te fastidias y a cumplir el reglamento, pero no nos caímos por nuestra cuenta y tenían que haber sido más fléxibles con el reglamento”.