Al igual que en resto de clubes, hoy arranca la desescalada en el Deportivo Alavés. La entidad abrirá sus instalaciones para que sus futbolistas puedan entrenar en ellas, primero de forma individual y, a partir del 11 de mayo, comenzará la progresiva normalización de las sesiones preparatorias. Asier
Garitano va a contar con toda la primera plantilla, con todos los lesionados recuperados, y seis jugadores del filial.
A lo largo de esta semana, seguramente entre este martes y el miércoles, futbolistas y cuerpo técnico van a realizarse test de detección de la Covid-19. Una vez que se descarte la existencia de casos positivos, probablemente en el tramo final de la semana; el grupo podrá comenzar a trabajar con normalidad.
A partir de ahí, tendrá por delante casi un mes de preparación; una atípica pretemporada para, a partir de mediados de junio, retomar la competición si nada se tuerce.
Especial precaución
El club gasteiztarra cuidará con mimo su regreso a la actividad. En marzo, cuando se suspendieron los entrenamientos, se registraron
diez casos positivos en su personal deportivo -tres futbolistas y siete integrantes del cuerpo técnico-
. Por ello, una vez se descarte la existencia de casos positivos, se extremarán al máximo las medidas de seguridad, higiene y desinfección en todo lo que concierne a la actividad diaria del grupo.
Además de los 24
integrantes del primer
equipo, Asier
Garitano va a contar también con seis miembros del filial. Son Aritz
Castro (portero), Javi
López (lateral zurdo), Abdellahi
Mahmoud (central), Antonio
Perera (centrocampista), Paulino
de
la
Fuente (extremo diestro) y José
Luis
Rodríguez (extremo zurdo).
La vuelta a la competición en Segunda B está prácticamente descartada y cualquiera de ellos podría debutar en las jornadas que restan; sobre todo si el equipo se asegura pronto la permanencia. El técnico babazorro los conoce a la perfección, ya que todos ellos se han ejercitado en más de una ocasión con el primer equipo.
Pina, con el alta médica
Contar con una plantilla amplia va a ser fundamental para encarar con garantías un tramo final de competición que se presenta endiablado. Si no surgen casos positivos en los clubes que dinamiten el regreso, la apretura de fechas obligará a disputar dos encuentros por semana. Todo ello con la tensión añadida de que se trata del tramo final de liga, donde gran parte de los equipos se van a jugar el todo por el todo.
Este parón de prácticamente mes y medio ha jugado a favor del conjunto babazorro, que ha podido recuperar a todos los lesionados, incluido Tomás Pina.
El centrocampista sufrió una fractura de peroné el pasado 7 de diciembre en campo del Granada y tuvo que pasar por el quirófano. Tras una larga rehabilitación, va a regresar a los entrenamientos con el alta médica por lo que, una vez que recupere el ritmo de competición, va a convertirse en un refuerzo de lujo para Asier Garitano.
Un tema pendiente para el club sigue siendo el alcanzar un acuerdo con su plantilla en el porcentaje de rebaja de los sueldos. En su última oferta, el consejo de administración fijó en un 20% la rebaja en caso de que la competición se suspenda definitivamente y en un 12% si se disputan los 11 encuentros que restan.
Este último porcentaje es mayor que el que van a aplicar la gran mayoría de equipos de Primera
División, donde casi todos han alcanzado ya un pacto con sus respectivas plantillas. En el caso babazorro, la negociación está siendo muy espinosa.
A nivel general, la LFP sigue manteniendo importantes diferencias con la AFE. Otro tema pendiente es el de los futbolistas
cedidos, aunque en este aspecto no debe haber problema, ya que la propia FIFA recomienda extender estos contratos hasta que concluya esta accidentada campaña.
En el Alavés son siete los que se encuentran en esta situación: Oliver
Burke, perteneciente al West Bromwich, Lisandro
Magallán (Ajax), Aleix
Vidal (Sevilla), Roberto
Jiménez (West Ham), Ljubo
Fejsa (Benfica) y Víctor
Camarasa e Ismael
Gutiérrez (ambos del Betis).
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