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Arranca la Liga del covid

La Real prepara desde hoy su debut el domingo en Valladolid (16.00 horas) en un campeonato totalmente condicionado y marcado por la presencia del covid-19 entre nosotros. Hace tres meses, cuando se reanudó la temporada 19/20, se trataba de concluir como fuera la Liga, para lo se programó un calendario exprés de cinco semanas, pero ahora el reto se multiplica exponencialmente. A diferencia de lo ocurrido en los menos de 40 días en los que se concluyó el anterior torneo, entre junio y julio, ahora se trata de llevar a cabo un campeonato completo, de 38 jornadas, durante ocho largos meses de competición. Y las amenazas siguen siendo las mismas. A tal efecto, y con el objetivo de que el campeonato no se detenga, la Federación ha adaptado algunas de las normas de la Liga lo que, necesariamente, afectará al devenir de la competición y a los resultados de los equipos en la misma.

La Real, de hecho, ya padece en primera persona los efectos de esta atípica pretemporada llevada a cabo tras un período vacacional más corto que nunca. Imanol
Alguacil dirigirá hoy el primer entrenamiento pensando en el primer partido oficial sabiendo que, entre lesionados y afectados por el covid-19, es fácil que el domingo en Zorrilla pueda tener en torno a diez bajas.

Mientras no se estabilicen, a la baja, los positivos en las plantillas de Primera y se reduzcan las lesiones musculares -el tipo de preparación exprés ha podido afectar- esta precariedad de efectivos con las que afrontar un partido va a ser habitual en todos los equipos de Primera. La risa irá por barrios y unas semanas unos estarán más afectados que otros. La nueva normativa de la competición, en cualquier caso, está prevista para que el balón no se detenga y, salvo en una situación extrema, el telón se levantará cada jornada.

Mínimo 13 jugadores disponibles

La Federación contempla que se jugará siempre que un equipo tenga 13 futbolistas disponibles, entre el primer equipo y el filial, para su siguiente partido, teniendo que ser cinco el mínimo exigible de la plantilla profesional. En caso de ni siquiera contar con esa cifra, cada club tendrá derecho a aplazar un único partido, siempre que éste no se celebre en las ocho últimas jornadas. A partir de que ya haya solicitado un aplazamiento, se le dará por perdido todo encuentro al que no se presente. Los equipos, además, deberán elegir un estadio fuera de su comunidad autónoma para disputar los encuentros en caso de que no se pueda jugar en su casa, en el caso de la Real en Anoeta. En los partidos de Liga, además, se retorna a los 18 convocados y tres cambios por encuentro, normativa que se varió excepcionalmente por el calor en el final de la pasada Liga.

De cara los partidos, también se ha redactado un minucioso protocolo que delimita el estadio en zonas, aconseja la no utilización de los vestuarios, ordena la entrada y salida al terreno de juego y al estadio de los equipos anteponiendo que no exista contacto físico entre los futbolistas.

Estadio dividido en zonas

Como ya ocurriera en el final de la pasada Liga, los estadios volverán a tener zonas verdes, azules y rojas que darán cabida a diferentes personal (desde los jugadores hasta los periodistas, pasando por recogepelotas, árbitros o miembros de seguridad), acogiendo en cada encuentro un máximo de 304 personas.

El fútbol en la burbuja. Un fútbol higienizado que trata de mantener fuera de sus límites al covid-19 pero que, inevitablemente, con este tipo de normas, condicionará una Liga que echa a andar el viernes.


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