Es el pistoletazo de salida a una campaña apasionante y también llena de incertidumbres a causa de la pandemia. Tras la sufrida y brillante consecución de la sexta plaza del pasado 19 de julio, los realistas comparecen de nuevo hoy en Zubieta para someterse a las pruebas PCR del COVID-19 y será mañana cuando realicen su primer entrenamiento, que será individualizado. Considerando lo que está sucediendo en muchos otros equipos, no sería de extrañar que salga algún positivo hoy de Zubieta, pero los galenos tienen todos los escenarios previstos. Ya sucedió en la anterior vuelta al trabajo del pasado mes de mayo, cuando Álex
Remiro dio positivo en el test serológico. Se perdió cuatro entrenamientos y enseguida se reintegró al trabajo en grupo.
De momento, la Real sólo ha dado a conocer que los jugadores se ejercitarán mañana sábado, aunque se entiende que también lo harán durante los siguientes días. De momento, la práctica será individual, por indicación de LaLiga. La recomendación, dado el elevadísimo número de brotes e incluso de positivos entre los propios futbolistas, es que no se desarrollen los entrenamientos en grupo hasta que los médicos del club comprueben que no hay sorpresas una vez desarrollado el segundo test a los futbolistas, los integrantes del cuerpo técnico y los empleados presentes en el día a día.
La prioridad hasta hoy era que los jugadores se recuperasen del esfuerzo ímprobo que tuvieron que desarrollar en la Liga
exprés desarrollada entre el 14 de junio y el 19 de julio. Y que los tocados pudiesen volver en perfecto estado de revista. Imanol
Alguacil, que trabaja desde el miércoles en Zubieta, tiene 28 días por delante para preparar y adiestrar a los futbolistas para la temporada más ilusionante de los últimos lustros. La primera prueba tendrá lugar el día 22 de agosto contra el Logroñés, una semana después del primer entrenamiento.
Para hoy y mañana están citados 30 jugadores. En la nómina están incluidos los lesionados de larga duración como Illarramendi, Guevara, Sola y Guevara. El que no estará, lógicamente, será Martin
Odegaard.
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