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Arranque triunfal de los Warriors: Curry no da opción a LeBron y los Lakers

Arranque triunfal de los Warriors: Curry no da opción a LeBron y los Lakers

Stephen Curry y los Golden State Warriors no dieron opción a LeBron James y Los Angeles Lakers durante la jornada inaugural de la NBA. El astro de la bahía dio un recital a pesar de arrancar algo oxidado y sofocó la tímida pero voluntariosa reacción de los angelinos en los minutos finales, un equipo todavía tierno y abismalmente lejos de los vigentes campeones de la competición. En un Chase Center abarrotado durante la noche de entrega de los anillos, los locales batieron por 123-109 a su rival californiano.

Con 33 puntos, 6 rebotes, 7 asistencias, 4 robos y un tapón, el vigente MVP de las Finales se erigió como el gran protagonista en San Francisco a pesar de fallar sus cinco primeros intentos de perímetro en el partido. Ya entrado en calor, presentó un 10 de 22 en tiros de campo y un 4 de 13 desde la línea de tres. En el tramo decisivo, con un 106-93 en el marcador a falta de cuatro minutos, Curry se echó al equipo a sus espaldas y zanjó el choque con una secuencia de nueve puntos en tres jugadas. Primero un triple para enfriar la reacción, luego una penetración hasta la cocina de malabarista y la guinda del pastel: un triple marca de la casa a pesar de recibir falta de Patrick Beverley en el movimiento de tiro para completar un 3+1 y pasar al 115-98 en menos de un minuto.

El otro gran protagonista, en el pistoletazo de salida de una vigésima temporada en la liga que se prevé histórica para él, fue el otro gran talento nacido en Ohio. LeBron empezó su caza del récord de anotación de Kareem Abdul-Jabbar con 31 puntos, 14 rebotes y 8 asistencias (12-25 TC; 3-10 3P), aunque la imagen de los Lakers fue preocupante a grandes rasgos. Parecen todavía lejos de la filosofía que quiere imprimir en ellos Darvin Ham, el nuevo técnico, y la realidad es que anoche los Warriors ni se despeinaron para merendárselos.

A nivel individual, el ‘6’ siguió despuntando y demostró que sus 37 tacos no le pesan ni en lo físico ni en lo mental. Entre algunos de los detalles que dejó, un mate a la contra con Andrew Wiggins como testigo de lujo destacó por encima del resto. Lo de LeBron es tremendo, una bestia que modificará la percepción científica del cuerpo humano y sus posibilidades. Para empezar, su partido de 30 puntos le metió en compañía de Kobe Bryant y Dirk Nowitzki, los otros dos únicos jugadores que han anotado tanto en un partido durante su vigésimo curso.

Lejos de las perspectivas de campeonato, tan solo el big-three cumplió con el mínimo de las tareas en L.A. Anthony Davis, con 27 puntos, 6 rebotes, 4 robos y 2 tapones (10-22 TC, 0-3 3P) y Russell Westbrook, con 19 puntos, 11 rebotes y 3 asistencias, hicieron costado a su jefe de filas durante la derrota. Partiendo desde el banquillo, Kendrick Nunn fue el único otro jugador en dobles dígitos con 13 tantos y nada se supo de Beverley (3) o Loonie Walker IV (5), titulares en el estreno de curso.

Golden State, tras un inicio algo titubeante y una ligera ventaja de 59-52 al descanso, desató oleadas de su mejor juego y reventó el encuentro en el tercer período con un 32-19 de parcial. Al contrario que L.A., Steve Kerr si que pudo presumir de fondo de armario y tan solo usó a Curry más de 30 minutos. El resto del esfuerzo fue muy repartido, con Andrew Wiggins (20 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias) y Klay Thompson (18 puntos) despertando en la segunda mitad.

Más allá de la polémica por su puñetazo, Draymond Green y Jordan Poole, autor de 12 puntos y 7 asistencias en 28 minutos, hicieron gala de su buena sintonía sobre la pista con un par de acciones, algún guiño y un choque de manos. A primera vista, el tumulto de la pretemporada parece aparcado. La otra gran noticia para los vigentes campeones fue el magnífico rendimiento de los más jóvenes, con destellos de James Wiseman (8 puntos y 7 rebotes en 17 minutos) y Moses Moody (5 puntos en 8 minutos).

 Jonathan Kuminga fue quizás el que menos fino estuvo, y los nuevos fichajes cumplieron con 8 puntos tantos para Donte DiVincenzo como para Jamychal Green. En resumen: los Warriors pudieron celebrar tranquilos y sin hacer nada del otro mundo, mientras que los Lakers se machacaron y remaron sin resultado alguno. Puede ser el relato de su temporada si no logran espabilar en el perímetro (10-40 en triples, un 25% de acierto) y convencerse a sí mismos en defensa. 




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