NUEVA YORK — El esposo de la dueña de la guardería en El Bronx en donde murió un bebé expuesto al fentanilo fue capturado en México tras una búsqueda por las autoridades en relación con este caso, informaron fuentes asociadas con el cumplimiento de la ley a nuestra cadena hermana NBC 4.
El marido de Grei Méndez fue detenido en un autobús rumbo a Sinaloa, según las fuentes. Con su arresto ya van cuatro las personas detenidas en conexión con esta tragedia.
Policías estatales mexicanos y agentes de la DEA lo arrestaron. Por ahora se desconoce información adicional en este momento.
No obstante, este arresto viene tras otro arresto el lunes, cuando se detuvo a Renny Antonio Parra Paredes, en relación a la muerte de un bebé de 1 año expuesto a fentanilo en una guardería de El Bronx donde otros tres pequeños también terminaron hospitalizados.
Paredes, alias “El Gallo,” fue acusado por un cargo en primer grado por conspiración para distribuir narcóticos que terminó en muerte, anunció el fiscal federal para el distrito sur de Nueva York, Damian Williams, el agente especial a cargo de la DEA, Frank A. Tarentino III y el comisionado del NYPD, Edward A. Caban. Paredes está detenido y fue presentado el lunes ante la jueza federal Ona T. Wang.
Según señalaron fuentes policiales a nuestra cadena hermana NBC 4 Paredes suministró materiales y drogas a los involucrados en el tráfico en la guardería. De ser encontrado culpable podría recibir una sentencia mínima obligatoria de 20 años de prisión y una sentencia máxima de cadena perpetua.
“Prometí la semana pasada que continuaríamos trabajando para llevar ante la justicia a los involucrados en el envenenamiento de los niños en la guardería Divino Niño. Desde entonces, esta Oficina y nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley han trabajado las 24 horas del día para identificar y detener a otras personas responsables. El arresto de hoy es un paso más hacia la obtención de justicia para los niños víctimas de este atroz crimen y sus familias”, dijo el fiscal Williams.
Estos arrestos vienen casi una semana después de que el fiscal dio a conocer que los otros dos acusados por la muerte del menor el pasado 15 de septiembre enfrentaban cargos federales.
Tras el arresto, los agentes del orden registraron el apartamento en el que se alojaba Paredes y encontraron bolsas de compras que contenían herramientas e instrumentos que se utilizan para preparar y distribuir narcóticos, incluidos coladores, cinta adhesiva, un molinillo, bolsas de plástico y básculas digitales. Los agentes del orden también encontraron lo que parecen ser dos bolsas transparentes llenas de un polvo grisáceo y un paquete rectangular con forma de ladrillo, los cuales parecen contener narcóticos.
Los agentes del orden encontraron además sobres de cristal que llevaban el mismo sello rojo con el nombre “RED DAWN” que los sobres de cristal encontrados en la guardería y hallaron el propio sello que llevaba esas palabras.
El arresto se da días después de que los investigadores regresaron a la guardería el pasado miércoles y encontraron una puerta secreta debajo del piso donde dormían los niños. Aquí, la policía encontró más fentanilo, otros narcóticos y parafernalia.
“Tenemos pruebas que demuestran que era más que una simple guardería. Está claro que allí se estaba llevando a cabo una operación de drogas”, dijo la fiscal de distrito de El Bronx, Darcel Clark.
Qué dice la acusación
Según el reporte de la fiscalía, desde al menos julio de 2023 o alrededor de esa fecha hasta septiembre de 2023 o alrededor de esa fecha, Paredes y otros, incluidos Grei Méndez y Carlisto Acevedo Brito, conspiraron para distribuir fentanilo, entre esos lugares en la guardería de El Bronx donde se envenenaron los pequeños.
Fue en este lugar que, a pesar de la presencia diaria de niños, incluidos bebés, Paredes y sus cómplices mantenían grandes cantidades de narcóticos, incluido un kilogramo de fentanilo almacenado encima de las alfombras de juego de los niños, y grandes cantidades de presuntos narcóticos en compartimentos ocultos conocidos como “trampas” y que estaban ubicado en el piso de la habitación en la que los niños jugaban y dormían, dijo la Fiscalía.
Además, las autoridades encontraron en las trampas materiales para empaquetar narcóticos, como sobres de vidrio utilizados para la distribución minorista de drogas, que tenían un sello en rojo con la leyenda “RED DAWN”.
Debido a la presencia de esta droga en la guardería el pasado 15 de septiembre las cuatro víctimas, todos menores de 3 años, la más pequeña una niña de 8 meses, terminaron envenenados debido a la exposición al fentanilo, señaló la fiscalía. Tres de esos pequeños terminaron en condición crítica en el hospital y el cuarto pequeño, identificado como Nicholas Dominici de un año, murió.
Grei Méndez, una mujer de 36 años que operaba la guardería Divino Niño dentro de un apartamento de El Bronx, y Carlisto Acevedo Brito, un hombre de 41 años quien alquilaba una habitación dentro del lugar, también enfrentan dos cargos federales: uno de posesión de narcóticos con intención de distribuir con resultado de muerte y el segundo de conspiración para distribuir narcóticos con resultado de muerte. Ambos cargos los llevarían a una condena máxima de 20 años a cadena perpetua.
“Este caso es diferente, los acusados envenenaron a cuatro pequeños y uno de ellos falleció”, dijo el fiscal Williams durante la conferencia de prensa. “Ellos estaban operando una operación de narcóticos desde una guardería, un lugar donde los niños deberían estar a salvo, no alrededor de una droga que los puede matar en un instante”, agregó.
“Los padres confiaron a Grei Méndez el cuidado de sus hijos. Como se alega, en lugar de salvaguardar diligentemente el bienestar de esos niños, ella y sus cómplices los pusieron directamente en peligro, dirigiendo una operación de narcóticos y almacenando fentanilo mortal fuera del mismo espacio en el que los niños comían, dormían y jugaban. El desprecio mostrado por Méndez y sus cómplices por las vidas de los niños bajo su cuidado es simplemente asombroso”, agregó Williams.
La denuncia penal publicada el pasado martes afirmaba que Méndez había intercambiado alrededor de 21,500 mensajes con un cómplice, a quien las autoridades identificaron como su marido, entre el viernes y el 30 de marzo de 2021.
Todos esos mensajes habían sido eliminados tiempo después de la muerte del bebé, según la denuncia penal federal. Mientras la policía la interrogaba, las autoridades encontraron que Méndez le dijo a su esposo que estaban haciendo preguntas sobre él y dónde estaba. Él le ordenó que les dijera que estaba trabajando, según los documentos judiciales, y ella le dijo que buscara un abogado.
Un examen de los mensajes encontrados en el teléfono de Brito, también del mismo servicio de mensajería encriptada, lo vinculó también con presunto tráfico de narcóticos, según la denuncia penal. Brito negó tener conocimiento de la droga y de la prensa kilo.
Los cargos federales se suman a los cargos estatales de asesinato que enfrentan Méndez y Brito, quien fue identificado por Méndez como primo de su esposo. Méndez se declaró no culpable el domingo de la semana pasada de los cargos; Brito había estado esperando ser procesado por los mismos cargos.
Un abogado de Méndez, Andrés Aranda, dijo que su cliente vivía encima de la guardería de Morris Avenue y le alquilaba una habitación a Brito por $200 al mes.
Aún no está claro cómo los niños pudieron haber estado expuestos a las drogas. La causa y la forma de muerte de Dominici están pendientes de más estudios, según la oficina del médico forense de la ciudad.
“No hay noticia o tragedia más devastadora que la pérdida de un niño. Todo neoyorquino debería estar indignado por esta tragedia sin sentido”, dijo el agente especial a cargo de la DEA, Frank Tarentino.
Ni Méndez, de 33 años, ni Brito, de 41, comparecieron ante un juez el miércoles. Los dos sospechosos permanecen en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn después de haber sido acusados la semana pasada de cargos federales de posesión de narcóticos.
Ana Ledo con los detalles.
Además, los imputados mantuvieron en la guardería elementos construidos expresamente para la distribución de grandes cantidades de narcóticos, incluidas tres llamadas “prensas para empaquetar droga”, que están diseñadas para la recompresión de drogas en polvo comúnmente utilizadas por los narcotraficantes en “ fábricas” u otros lugares donde los estupefacientes se descomponen, se combinan con rellenos y se dividen en porciones para la venta.
Aproximadamente un kilogramo de fentanilo, que se encontró dentro de un paquete grabado que contenía la droga mortal por valor de varios miles de dólares, estaba dentro de un armario junto a colchonetas apiladas sobre las que los niños dormían la siesta, dijeron las autoridades. Méndez ha sostenido que no tenía conocimiento de la presencia del opioide altamente potente, que enfermó a otros tres niños pequeños, incluida una niña de 8 meses que dio positivo por uso de fentanilo.
Tanto las drogas como uno de los dispositivos estaban dentro del armario del pasillo conectado a un apartamento en el que se decía que se alojaba Brito.
Méndez le dijo a la policía que limpiaba minuciosamente la guardería, Divino Niño, seis días a la semana y que un inquilino anterior podría haber dejado allí la prensa de un kilo encontrada en el lugar, según los documentos judiciales. También dijo que no había habido otros visitantes en la guardería el viernes, a pesar de que en las imágenes de vigilancia se vio a su esposo sacando bolsas de la guardería minutos antes de que llegaran los socorristas, así como más temprano ese mismo día, según la denuncia federal.
Nueva York permite guarderías en el hogar para un pequeño número de niños, siempre que tengan licencia y sean inspeccionadas.
“Aparentemente, cuando la guardería no estaba abierta, la gente entraba y salía del apartamento”, dijo Aranda.
La guardería abrió sus puertas en enero de este año. Pasó ambas inspecciones, dijeron las autoridades, incluida una visita sorpresa realizada por inspectores a principios de este mes.
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