Asesinato de aspirante a una alcaldía en Quintana Roo se suma a la violencia preelectoral

Ignacio Sánchez Cordero, secretario de Desarrollo Municipal y aspirante a la alcaldía de Puerto Morelos, fue asesinado a balazos este miércoles en esa ciudad de Quintana Roo.

La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que se trató de una agresión directa, cuando la víctima se encontraba con varias personas en una cafetería ubicada en la calle Caobas, de la Colonia Pescadores.

Según testigos, alrededor de las 11:00 horas tiempo local, llegó al lugar un hombre, de unos 30 años, quien se acercó a Sánchez Cordero y le propinó varios disparos.

El funcionario y aspirante a la presidencia municipal de Puerto Morelos, resultó con graves lesiones y fue trasladado a una clínica particular de la región costera de la entidad, murió tras ser ingresado.

De acuerdo con medios locales, Sánchez Cordero pretendía contender en una alianza entre Partido Verde Ecologista de México, Morena y PT.

 

Se suman casos en los estados
Rumbo a las elecciones del 6 de junio, este no es el primer caso en que es asesinado un aspirante a un puesto de elección en los estados.

Medios y organizaciones han manejado diferentes cifras de hechos en los que aspirantes o precandidatos han sido blanco de ataques. Aquí un recuento de algunos de los casos más sonados.

El 25 de noviembre, fue asesinado en Guerrero por hombres armados el perredista Antonio Hernández Godínez, aspirante a la alcaldía del municipio de Chilapa.

Hernández Godínez, quien fue atacado en su negocio de materiales para construcción, había competido ya por la alcaldía en las elecciones pasadas.

 

En Guanajuato, el aspirante a la alcaldía de Juventino Rosas por el PAN, José Antonio Acosta Cano fue asesinado a balazos el 12 de enero en la vía pública.

Acosta Cano se había registrado en diciembre como precandidato a la alcaldía, que ya había ejercido en el periodo 2006-2009. Al momento de su muerte era diputado local por el XVII distrito.

En Veracruz, han sido por lo menos dos los casos en los que pierde la vida en forma violenta un precandidato.

Gilberto Ortiz Parra, que pretendía la alcaldía del municipio de Úrsulo Galván como abanderado de Morena, fue asesinado el 11 de febrero en Pueblo Nacional. El transportista fue interceptado en la carretera por los sicarios.

Y, el 15 de febrero, fue asesinada Carla Enríquez Merlín, que iba por la alcaldía de Cosoleacaque, en Veracruz, por la alianza PVEM, Morena y PT.

Enríquez Merlín y su madre, Gladys Merlín Castro, fueron asesinadas por un comando que irrumpió en su domicilio.

 

La priista Gladys Merlín Castro fue alcaldesa de ese municipio, diputada local por el Distrito XXVII y coordinadora estatal de Programas Especiales de Sedesol.

En 2016, Carla Enríquez Merlín, de 28 años, contendió con el PRI por una diputación y también trabajó en la Secretaría del Medio Ambiente.

Además de matar a ambas mujeres, los hombres armados hirieron a una guardia de seguridad.

Las autoridades locales señalaron entre las líneas de investigación un presunto “robo”, pero no descartan motivos políticos.


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