Diego Martínez es un gran entrenador. Por eso no es de extrañar que se encuentre en lo más alto de la lista de deseados por el Espanyol para suceder a Vicente Moreno en su banquillo. El gallego lleva prácticamente un año sin equipo tras salir del Granada, pero todo lo hecho tanto en Los Cármenes como en sus anteriores trabajos sin duda da motivos para que el espanyolismo se ilusione.
El técnico del histórico ascenso y clasificación europea del Granada destaca por configurar equipos sólidos en los que se minimizan los errores propios. Si el rival supera a un conjunto dirigido por Diego Martínez acostumbra a ser más por méritos del mismo que demérito propio. Y esto no es más que consecuencia del hecho de ser en un entrenador siempre muy consciente de las limitaciones de su equipo y por ende dado a centrar sus esfuerzos en maximizar el rendimiento tanto de las piezas de las que dispone a nivel individual como del propio colectivo.
Cabe destacar que los equipos de Diego Martínez no necesitan acumular porcentajes de posesión altos para disponer de las suficientes ocasiones de gol como para ganar los partidos. En este sentido, acostumbran a dominar con soltura el arte del contragolpe.
No obstante, Diego Martínez no se casa en exceso con un estilo de juego aunque siempre existe la premisa de mostrar solidez. Asimismo, en cuanto a dibujos tácticos, el más utilizado en su última etapa en el Granada fue el 4-2-3-1, pero en más de una ocasión y por exigencias del guion también se le vio apostar por sistemas defensivos con tres centrales.
Por último pero desde luego que no menos importante que todo lo explicado, Diego Martínez y su grupo de trabajo trabajan con mucho esmero las jugadas de estrategia y obtienen un buen número de goles mediante las mismas.