La estrella de Hollywood Brad Pitt ha desvelado en su última entrevista que es víctima de un trastorno neurológico conocido como ‘prosopagnosia’, el cual le impide reconocer rostros ajenos, incluso en personas cercanas. Esta enfermedad, también se conoce por el nombre de ceguera facial o agnosia facial, y puede ser una dolencia congénita o adquirida. Las declaraciones han tenido lugar en la revista GQ, donde ha afirmado que oficialmente no ha sido diagnosticado con esta patología, a pesar de estar seguro de padecerla, añadiendo: “¡Nadie me cree!”.
El Instituto Nacional de Salud de EE UU (NIH, por sus siglas en inglés), expone que la prosopagnosia es “un trastorno neurológico caracterizado por la incapacidad de reconocer rostros“. Asimismo, el término prosopagnosia proviene de las palabras griegas para “rostro” y “falta de conocimiento”. Esta enfermedad tiene varios niveles de gravedad, por lo que algunas personas con esta patología pueden tener dificultades para reconocer caras familiares, mientras que otros ni siquiera podrán distinguir entre una cara o un objeto común.
Una enfermedad resultante de anomalías en un pliegue cerebral
A pesar de lo que puede llegar a pensarse, esta enfermedad no está directamente relacionada con la disfunción de la memoria, la pérdida de la memoria, los problemas de visión o los problemas de aprendizaje, sino que se cree que “es el resultado de anomalías, daños o deficiencias en la circunvolución fusiforme derecha, un pliegue del cerebro que parece coordinar los sistemas neuronales que controlan la percepción y la memoria faciales”, explica el NIH.
Esta patología puede surgir por diferentes motivos. En algunos casos se trata de un trastorno congénito, presente al nacer en ausencia de daño cerebral, mientras que en otros casos surge tras un accidente cerebrovascular, una lesión cerebral traumática o ciertas enfermedades neurodegenerativas, según destaca la misma institución estadounidense.
Una patología sin tratamiento oficial
A día de hoy esta patología carece de tratamiento efectivo, por lo que el enfoque “debe ser ayudar al individuo con prosopagnosia a desarrollar estrategias compensatorias“. Ya que las personas afectadas tienen dificultad a la hora de reconocer a familiares y amigos cercanos, a menudo se les entrena para que utilicen otras formas de identificar a las personas, como la voz, la ropa o los atributos físicos únicos.