“No me sorprende lo que han hecho Usman y Tristan, porque les veo muchos días”. Pablo Laso, entrenador del Real Madrid, era de los pocos que no salió asombrado de las acciones protagonizadas por sus dos jóvenes canteranos en el Clásico. De Usman Garuba, instalado en la rotación y con minutos en Euroliga, bien podría esperarse pero no tanto de Tristan Vukcevic que apenas lleva unos meses disfrutando de algunas oportunidades contadas.
Que emergiera en un partido como el del Palau el pasado domingo, sin embargo, era cuestión de tiempo si atendemos a las expectativa que el jugador ha despertado desde que llegó a Madrid en 2018. Lo hizo ya con 2,07 de estatura y procedente del Olympiacos de El Pireo, al que el club blanco pagó un traspaso en una clara apuesta por su futuro.
La web del club blanco le definía con muchas cualidades entonces para los que no le conocían: “Es buen tirador, versátil, puede correr la pista y leer bien el juego. Jugador de gran talento con sus 2,07 m. Tirador natural, puntería y acierto en todas las distancias. Intuición para finalizar y conseguir canasta así como mucha calidad para pasar. Movilidad, juego de cara y de espaldas”.
Nacido en Siena el 3 de noviembre de 2003, Tristan hereda unos genes competitivos inconfundibles de origen balcánico: es hijo de Dusan Vukcevic, ex jugador del Real Madrid (2001-02) y de Jade Vukcevic (jugadora de voleibol serbia). Nació en Siena cuando su padre militaba en el Montepaschi y desde bien joven ha desarrollado una afición y vínculo total con el basket como parte esencial de la vida de la familia.
Destacó desde su llegada en los equipos formativos del Madrid y llegó a debutar esta misma temporada en la pista del Gran Canaria, el pasado mes de octubre, finalizando con 2 puntos y 2 rebotes. Unos días más tarde Laso también le alinearía ante el Betis firmando una estadística sorprendente para un menor de edad: 11 puntos, 4 rebotes y una asistencia.
“Tristan es un chico listo”, asegura su padre cuando habla de sus cualidades. “Escucha a los jugadores y compartir cancha con los jugadores del Real Madrid le hace crecer. Es bueno, necesita confianza y es joven. Tiene todavía mucho trabajo por delante y muchos años para seguir aprendiendo”.
En el Clásico se erigió en una presencia notable en la zona bajo ambos aros para lograr nuevamente 11 puntos con 3 de 5 triples (incluido una decisivo que sentenció).
Con la marcha de Deck a la NBA, el Madrid parece haber descubierto un diamante escondido e inesperado en la cantera si bien la llegada de Poirier puede frenar algo su ascenso meteórico a partir de ahora. En cualquier caso, Vukcevic es el décimo quinto canterano al que Laso da la alternativa en el primer equipo en su etapa como técnico blanco.
El futuro próximo parece brillante para Vukcevic y el club blanco, que contará con un cupo formativo más en la rotación ya que la próxima campaña habrá cumplido los tres años en la cantera del club para adquirir esta condición. La única sombra que se advierte en la vinculación de Vukcevic con el Madrid puede ser, nuevamente, la NBA, ya que el espigado jugador de Siena podría ser elegible para el draft 2022 si él lo desea.
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