El Real Madrid deberá acometer, casi con toda seguridad, este verano el fichaje de un portero. De un segundo portero, para ser más exactos. La continuidad de Courtois está asegurada y su titularidad, fuera de toda discusión. Sin embargo, la identidad del hombre que será su sombra, a la espera de una oportunidad, no está ni mucho menos tan clara.
Y es que Lunin, el guardameta ucraniano que estas últimas temporadas ha ‘jugado’ este papel, parece que tiene decidido encauzar su carrera profesional en otros lares. Ya estuvo a punto de abandonar el Bernabéu el pasado verano, pero su paternidad finalmente lo echó para atrás.
Ahora el jugador se ve más maduro y capaz de ser titular en otras latitudes, quién sabe si en algún equipo de la Premier. Y el Madrid, por los servicios prestados y sobre todo por su actitud mientras ha estado en el club, no le cerrará la puerta.
Lunin encajó cuatro goles en Girona
A partir de ahí se pone en marcha la búsqueda de un guardameta que reúna la calidad suficiente para cubrir la meta blanca con garantías pero que sea que viene de segundo de Courtois. O lo que es lo mismo, a jugar sólo las primeras rondas de la Copa y cuando el belga se resfríe.
El Madrid no tiene previsto un gran (ni mediano, de hecho) desembolso para cubrir esta vacante. Y en este sentido, más que buscar fuera no se descarta que mire hacia su propia casa en busca de la pieza de recambio. Mario de Luis, que ha cuajado una gran temporada con el Real Madrid Castilla, podría ser el elegido en este sentido.
¿Fuera? Se mirarán opciones, por supuesto. Pero no es fácil encontrar un guardameta que sepa que vendrá a no jugar. Debería tratarse de un portero veterano, en la recta final (o casi) de su carrera, dispuesto a hacer grupo, profesional para estar preparado cuando haga falta y asumiendo el rol de número 2 de uno de los mejores porteros del mundo.