Ícono del sitio La Neta Neta

Así fue el ‘día 1’ del regreso de la Bundesliga

Tras 66 días detenido por la crisis del coronavirus, el balón volvió a rodar este sábado en una de las grandes ligas europeas al reanudarse la Bundesliga. Regresó el fútbol alemán, pero lo hizo notoriamente condicionado por la situación y en consecuencia sujeto a ciertas restricciones que en cierto modo dejan esta vuelta en un ‘sí, pero no’ desde el prisma del aficionado. El deporte rey ni mucho menos permanece ajeno a lo que está sucediendo en el mundo. Quedó demostrado en una reanudación con partidos disputados a puerta cerrada, celebraciones de goles sin abrazos y, en definitiva, multitud de hechos englobados en lo que, guste o no, es la denominada como nueva normalidad aplicada al fútbol.



Para empezar, nada de protocolarios saludos entre rivales. Los futbolistas de cada equipo se dirigieron directamente a su campo sin mantener contacto con los adversarios aunque luego, como es lógico, las distancias se estrechasen sin restricción alguna ya con el balón en juego. Y una vez llegaron los goles acontecieron atípicas celebraciones con compañeros de equipo manteniendo la distancia de seguridad. Solo los jugadores del Hertha, que sí se abrazaron, se saltaron el protocolo como excepción que confirmó la regla. No fueron sancionados porque la federación alemana aconseja no abrazarse, pero no lo prohibe.


En cuanto a los banquillos, fueron acondicionados para la ocasión. En el Signal Iduna Park, los suplentes y miembros del cuerpo técnico del Dortmund y el Schalke 04 ocuparon un espacio mayor del habitual, dejando unos dos metros entre unos y usando mascarillas. En otros estadios, como el Red Bull Arena del Leipzig, se habilitó una zona de la grada para que fuesen ubicados en la misma. Y cuando llegó el momento de las sustituciones, los saludos fueron codo contra codo.

El Signal Iduna Park, vacío durante la celebración del Dortmund-Schalke 04

Por otra parte, como era de esperar, el tono físico de los jugadores tras dos meses de inusual parón no es ni mucho menos el mismo que antes de dicha pausa. A modo de anécdota queda lo que le sucedió a Gio Reyna, jugador del Dortmund anunciado como miembro del ‘once’ inicial que finalmente no formó como tal al lesionarse en el calentamiento. Tampoco parece fruto de la casualidad que Todibo no regresase tras el descanso después de marcharse al mismo con molestias en el tobillo derecho y que Thorgan Hazard dejase el campo también por lesión en el 79’. Todo esto en la primera fecha de un calendario que va a estar más apretado de lo habitual.

En definitiva, regresó el fútbol, pero se antoja más correcto decir que en realidad lo que volvió es lo que queda de él hasta que se pueda recuperar la normalidad. Porque independientemente de las medidas de prevención mencionadas, el principal déficit está en la ausencia de la afición. Precisamente por no estar presente en los estadios se hizo notar, y los jugadores ni mucho menos se olvidaron de ella. Dahoud, del Dortmund, ironizó al respecto al reverenciar a la grada tras ser sustituido, y todo el cuadro ‘borusser’ se dirigió tras el pitido final al fondo en el que habitualmente se encuentra la ‘pared amarilla’ para agradecerle su apoyo y festejar el triunfo. Lo hicieron, eso sí, sin agarrarse de las manos como lo hacen habitualmente y sonriendo con cierto sarcasmo.

Tras más de dos meses sin hacerlo, el balón vuelve a rodar en Alemania, pero falta mucho para que regrese el fútbol tal y como lo conocemos. Por ahora, como es lo que hay, nos vale, pero todos los estamentos del deporte rey ansían recuperar la real normalidad tan pronto como sea posible. Por el propio fútbol y porque querrá decir que ha pasado esta crisis provocada por el maldito coronavirus.


Source link
Salir de la versión móvil