Así fue el espectacular recital de Oblak en Anfield

Todo el mundo lo esperaba. Jan
Oblak fue el jugador más exigido del campo en Anfield. El aluvión ofensivo del Liverpool lo detuvo como pudo el portero del Atlético de Madrid. Un aluvión que le superó en el minuto 44 cuando Wijnaldum cabeceó a la red un centro de OxladeChamberlain desde la derecha. Era el 1-0 que empataba la eliminatoria.



Hasta cuato grandes paradas había sacado el meta esloveno en una primera mitad en la que el Atlético
de
Madrid dejó minutos de buen fútbol y control del partido. Sin embargo los ‘reds’ lograron desarbolar a los colchoneros en el tramo final de la primera parte.

Un tramo final en el que se lució con dos excelentes paradones. El último de ellos fue a un remate de Firmino en el minuto 36, un minuto antes había reaccionado bien a un disparo de Mané desde fuera del área que terminó atajando en dos tiempos.

[+] Mira aquí algunas de las paradas del recital de Oblak:

Champions League: Liverpool - Atlético Madrid. El recital de Oblak

Antes de eso ya había dejado dos grandes intervenciones, la primera a un cabezazo del propio Wijnaldum que blocó mostrando su gran calidad como meta. Y el segundo del partido fue a un disparo de Oxlade
Chamberlain en el minuto 14.

Buenos minutos…

A pesar del aluvión ofensivo del Liverpool lo cierto es que el Atlético de Madrid sumó instantes de muy buen fútbol e incluso llegó a tener varias ocasiones importantes de gol.

En la segunda mitad, el asunto siguió por los mismos fueros. EN el minuto 49 realizó un paradón a un remate a bocajarro de Mané, aunque el colegiado había señalado fuera de juego. Y apenas cinco minutos después, de nuevo disparo de Alexander-Arnold desde media distancia, que el meta esloveno conjuró con una estirada felina.

El arquero colchonero fue el salvavidas del equipo en los peores momentos. A los 59 minutos, rectificó una mala salida en un saque de falta y se sacó otro paradón a disparo de Firmino.

La segunda parte fue un suplicio para el Atlético de Madrid y un asedio para el buen meta colchonero, que si en algo estuvo un poco menos acertado fue a la hora de salir en las jugadas a balón parado. El arquero tuvo hasta algo de fortuna en alguna jugada, como la que se protagonizó en el minuto 64 con un balón al larguero que parecía gol tras un remate a bocajarro de Robertson.

A los 70, de nuevo intervención celestial del balcánico, que se voló a su derecha para evitar un tirazo desde fuera del área, de Alexander-Arnold.


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