El secuestro del pequeño Brandon Cuellar, de 3 meses, ocurrido el lunes a plena luz del día, causó conmoción y preocupación no solo entre las autoridades, sino también entre los residentes de San José, en el norte de California.
Todo inició a las 5:09 p.m., cuando la policía confirmó a través de su cuenta de Twitter que el pequeño había sido secuestrado a las 2:00 p.m., en la cuadra 1000 de Elm Street.
Cristian Camarillo, vocero de la policía, explicó que la abuela de Brandon llegó de hacer unas compras y lo dejó en el apartamento, para luego salir a buscar las bolsas.
Durante ese tiempo, un hombre aprovechó e ingresó al inmueble para llevarse al bebé.
Cámaras de vigilancia captaron el momento en el que el sospechoso, descrito como un hombre afrolatino, caminaba por la calle cargando una silla de bebé en la que se encontraba Brandon mientras huía del lugar.
INTENSA BÚSQUEDA DEL SOSPECHOSO
Durante horas de la noche, agentes del FBI fueron puerta a puerta por el vecindario buscando recabar información de los vecinos que los llevara a obtener pistas sobre el sospechoso.
La intensa búsqueda continuó durante toda la noche, hasta que el martes alrededor de las 8:00 a.m., una mujer que se dirigía a su trabajo llamó a la policía para denunciar que había visto algo sospechoso en el área de Jackson Avenue.
La buena samaritana les dijo a las autoridades que creía que se trataba del bebé desaparecido.
La policía acudió al lugar ubicado cerca del Hospital Medical Regional Center, cerraron la calle y revisaron el interior de un complejo de apartamentos.
Alrededor de las 10:00 a.m., la policía confirmó el hallazgo del pequeño y el arresto de tres personas que presuntamente estarían relacionadas con su secuestro.
Brandon fue trasladado a un hospital como medida de precaución y posteriormente fue reunido con su madre.