“A perro flaco, todo son pulgas”, se suele decir. Puede ir bien esta frase para explicar lo que le ocurrió a Marc Márquez este sábado por un despiste que le costó un sorprendente y surrealista accidente.
Marc Márquez está viviendo una difícil situación en MotoGP. A lomos de una Honda muy difícil de pilotar, una máquina que provoca muchísimas caídas, como quedó reflejado en Alemania en el caso de Marc. Pero en este caso, en el TT de Assen, al final de la Q1 de clasificación de este sábado en el GP de Países Bajos de 2023, Marc Márquez sufrió una caída que pudo evitarse, provocada por un despiste.
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El piloto de Cervera, al final de la sesión, en plena vuelta lenta, lejos de los cronos para meterse en Q2, sabía que tenía una opción de vuelta más para volverlo a intentar. Estaba en la curva 1, no había logrado un buen crono y, tras apartarse de la trazada, a rueda de Bastianini, miró hacia atrás para ver a los pilotos que llegaban en vuelta. En ese momento, Bastianini hizo lo mismo ante suyo, girando la cabeza hacia la derecha para ver a los pilotos que trazaban la curva por el interior. Y pasó: Marc Márquez aceleró sin saber que Bastianini había frenado y chocó contra la parte trasera de la Ducati del italiano.
A raíz de ese accidente, Marc se fue al suelo y terminó la clasificación sin opciones de realizar otro giro, en la 17ª posición, desde la que deberá buscar la remontada pese a pilotar una Honda con muchísimos problemas y que no da nada de confianza a sus pilotos.
Al término del Sprint a los micrófonos de Dazn explicó que “muchas veces tienes sustos de este tipo y lo esquivas en el último momento, hay incluso otros choques en pitlane, han pasado, pasarán y seguirán pasando. Era un punto con toque de gas, nos hemos girado los dos porque venían otros rápido y otros lento y justo cuando me he girado ha cortado gas, pero como en la calle la culpa es del que pica por detrás. Es una acción desafortunada”