A falta de exhibir sus virtudes en el Barça, Lucy Bronze hizo una generosa demostración de sus dotes con Inglaterra en la semifinal contra Suecia y la nueva lateral diestra azulgrana fue una de las jugadoras que más cautivó a la parroquia inglesa en su fiesta hacia la final y más problemas causó al conjunto nórdico.
La ex del Lyon entre otros supo sufrir para después disfrutar. Suecia insistió mucho al principio con los movimientos de ruptura por la derecha de Fridolina Rolfö, en lo que fue un bonito enfrentamiento entre azulgranas. Atenuado el efervescente inicio sueco por Inglaterra, empezó la exhibición ofensiva de Bronze.
La nueva lateral del Barça irrumpió, además, en el momento determinante. En el primer gol, acudió por derecha para recoger un centro pasado y servirle de primeras un exquisito centro a Beth Mead para que su compañera rematara ajustada al palo e igualara el récord de seis goles en una misma fase final de Eurocopa de la alemana Inka Grings.
Y tras servir, ejecutó, acentuando todavía más su rol decisivo al marcar el psicológico segundo gol al inicio del segundo tiempo que dejó a Suecia casi en el suelo. Bronze, que no es especialmente alta con sus 171 cm, remató en el segundo palo un córner en un cabezazo, al que, de manera perspicaz, asignó más colocación que potencia al enviar el balón al segundo palo.
Los aficionados del Barça pudieron disfrutar de un buen preludio de Bronze antes de que llegue a la Ciudad Condal y más que podrán gozar de su fútbol en la final. Pero, más allá de lo que sucede en el verde, Lucy Bronze ya ha demostrado que es una jugadora especial.