Ya es costumbre en el Atlético de Madrid, desde que Diego Pablo Simeone se hizo cargo del banquillo colchonero, que alguno de los cambios durante los partidos, le dé la vuelta al rumbo de los partidos. Y en esta ocasión no fue diferente porque el gol decisivo, con el tiempo casi cumplido, llegó precisamente por esta vía.
En un saque de esquina, en el 92’, Ángel Correa prolongaba al primer toque, desde el primer palo, y el balón se paseaba por el área pequeña hasta llegar a un Álvaro Morata que aparecía en el segundo palo para empujar el balón a la red.
En un primer momento, a estancias de uno de sus asistentes, el colegiado del encuentro, Melero López, anulaba el gol por fuera de juego.
Sin embargo, tras una larga espera y tirar las líneas desde el VAR, el tanto subía al marcador y era celebrado por Álvaro Morata con rabia. La tensa espera dejaba imágenes curiosas, como la de Simeone pidiendo calma cuando él era el más nervioso, la de los miembros del banquillo diciendo que era gol, los jugadores del Atlético yéndose hacia su campo porque daban por hecho el desenlace…