El Real Madrid inicia mañana su asalto a su Copa del Rey número 20 en el estadio de Las Pistas ante el Unionistas de Salamanca. Será la primera eliminatoria a partido único en dieciseisavos del torneo del KO desde 2004. Hace 16 años, el equipo blanco tumbó con mucho más sufrimiento del previsto al Tenerife en el Heliodoro Rodríguez López, escenario de infausto recuerdo para el Madrid por las dos Ligas seguidas perdidas en la última jornada en los 90.
El partido fue una auténtica montaña rusa de emociones para el conjunto dirigido por García Remón, que pudo adelantarse en el marcador después de que el portero Keleman derribara Borja en su área en el minuto 40. El guardameta eslovaco corrigió su error adivinando la trayectoria del lanzamiento de Fernando Morientes, que tuvo que retirarse lesionado instantes después.
Cristo Marrero adelantó al Tenerife tras una falta botada por Fagiano pero Solari puso el empate en el marcador con un gran libre directo un minuto después. Sin goles en el segundo tiempo, el choque se fue a la prórroga. En el último minuto del tiempo extra, de nuevo Solari rescató al Madrid con un potente disparo en una falta indirecta.
El Salto del Caballo, terreno aciago
Para ver la última eliminación del Madrid en la Copa a partido único hay que remontarse hasta el año 2000. El equipo dirigido por Vicente del Bosque, que meses antes había levantado su octava Copa de Europa, se presentó en Salto del Caballo el 13 de diciembre con la misión de eliminar al Toledo, entonces en Segunda B, con el siguiente once titular: César; Hierro, Sanchís, Iván Campo, Corrales (Tote, m. 61); Celades (Helguera, m. 66) Ribera, Flavio (Miñambres, m. 66), , Solari; Savio y Morientes.
Un arranque aciago dio alas al Toledo y dejó noqueado al Madrid, incapaz de remontar el vuelo y el partido. Los locales se pusieron 2-0 cuando no se había cumplido el primer cuarto de hora gracias a los tantos de Israel (6’) tras una pérdida de balón de Morientes y de Cidoncha (15’) de volea.
Savio Bortolini recortó distancias pocos minutos después aprovechando un rechace del portero local (19’). Un Madrid apático y desesperado terminaría sucumbiendo para alegría de la afición del Toledo, que vivió uno de los días más gloriosos de su historia a costa del campeón de Europa.
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